Los simpatizantes se agruparon en el Champs de Mars, la mayor plaza pública del país, y el viaducto de Delmas, rebautizado como Cruce de la Resistencia, antes de avanzar hacia la periferia de la zona metropolitana.
En la camino, erigieron barricadas de neumáticos incendiados, bloquearon carreteras y reiteraron que el periodo constitucional de Moïse culmina el 7 de febrero próximo.
De regreso a las inmediaciones del Champs de Mars, el abogado Caleb Jean-Baptiste requirió al presidente respetar el artículo 134-2 de la Constitución que establece la fecha del proceso electoral y de la toma de posesión.
Reclamó que abandone el poder en febrero próximo y pidió la liberación de prisioneros políticos como Arnel Bélizaire.
Por su parte, André Michel, portavoz del Sector Democrático y Popular y uno de los organizadores de la protesta, calificó de exitosa la jornada, y anunció la continuidad del calendario propuesto por la oposición.
En otras ciudades como Cabo Haitiano, Gonaïves y Saint Marc, otros miles de manifestantes también respondieron al llamado de los hostiles. Sin embargo, aún la oposición no halla la forma de reunir a los cientos de miles de simpatizantes que acompañaron sus reclamos en 2019, cuando se unieron la mayoría de los gremios del país.
Haití se adentra hacia una nueva crisis política mientras el gobierno que declina la renuncia, alista un referéndum constitucional y la celebración de elecciones presidenciales, legislativas y locales durante este 2021.
Todo esto ocurre en medio de una polarización de la sociedad, aumento de la pobreza y la inseguridad alimentaria, además de la pandemia que agrava la situación de los más vulnerables.
Publicar un comentario