El 25 de julio, el presidente de Túnez, Kais Said, anunció la suspensión de las actividades del Parlamento y la destitución del primer ministro tunecino, Hichem Mechichi, subrayando que el objetivo de estas medidas era garantizar el regreso a un funcionamiento regular del poder público “lo antes posible”. La oposición consideró la medida como un “golpe de Estado”.
Al respecto, el portal de noticias Middle East Eye destacó el papel conjunto de Israel y Arabia Saudí en el golpe, propinado por el mismo presidente tunecino, al revelar que Arabia Saudí utilizó el software israelí Pegasus para espiar el número de teléfono del presidente del Parlamento de Túnez y líder del movimiento Ennahda, Rashid al-Qanushi.
“El número de teléfono de Qanushi es uno de los 50 000 números encontrados en una lista obtenida por el consorcio de investigación ‘Historias Prohibidas’ y la ONG Amnistía Internacional”, señaló el viernes la página digital.
“Por lo tanto, el programa de espionaje de Al-Qanushi se utilizó en el marco de la cooperación saudí-israelí con el conocimiento previo y la coordinación del régimen de Tel Aviv”, puso de relieve un experto técnico al portal Arabi 21, en alusión a la información de Middle East Eye.
Según el experto, los israelíes no pueden proporcionar estas tecnologías a ningún país o institución a menos que aprueben su uso. Aun así, destacó el especialista, la empresa israelí puede acceder a los datos de la persona en cuestión, lo que significa, que “Al-Qanushi fue atacado por los israelíes y los saudíes al mismo tiempo y la información que obtuvo Riad también la tuvo Israel”, resaltó.
“La compañía israelí NSO Group, fabricante del programa Pegasus, declaró antes que sus clientes estaban siendo evaluados cuidadosamente. Esto significa que los israelíes no vendieron a ciegas el programa”, subrayó el experto.
En este marco, hizo hincapié en que los israelíes no solo cobraron un “alto precio” para venderlo, sino que también interfirieron en el proceso del uso. “De esta manera, se puede decir que estaban bien informados sobre el espionaje de Arabia Saudí a Al-Qanushi, que comenzó hace más de dos años”, concluyó el informe.
Anteriormente, el prominente activista político saudí, alias ‘Mujtahid’, había revelado que el golpe sucedido en el país africano se llevó a cabo con la cooperación del mandatario egipcio; el príncipe heredero de Abu Dabi, Muhamad bin Ziad; el príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman; y las autoridades francesas.
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