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Loa alemanes no se definieron claramente por un candidato, pero si por la expropiación de las viviendas desocupadas

(28/9/21 - Alemania)-.La nación teutona parece responder a criterios que los derechistas y neoliberales locales no logran clasificar, al menos no en sus afines ideológicos, como es el caso del conservadurismo alemán, que gobernó algo más de una década y media (lo que sería sinónimo de dictadura por estos pagos), pero no quedan allí las peculiaridades alemanas, ya que los berlineses votaron este último fin de semana (por amplia mayoría) la expropiación de las viviendas ociosas, algo que sería sinónimo de tiranía bolchevique para los derechistas latinoamericanos, e incluso para esos mismos alemanes si un hecho así ocurriera por nuestros terruños. 

Al margen de estos hechos, en los que los alemanes se pusieron mayoritariamente de acuerdo, no ocurrió lo mismo en el plano electoral, donde, si acordaron eyectar del poder a los conservadores de Ángela Merkel y respaldaron a los socialdemócratas, los verdes y los liberales.

No obstante, ante la poca diferencia entre los socialdemócratas y los conservadores, queda abierto un abanico de posibilidades que deberá ser resuelto en la mesa de las negociaciones y que, en caso de no llegar a un acuerdo por parte de la primer minoría permitiría la posibilidad de que los conservadores formaran gobierno.

De todo eso podés informarte en esta extensa nota que da cuenta de estos pormenores, o pormayores, tratándose de la mayor potencia económica europea, gestora de la unión que llevó a la ruina y el hambre a los pueblos de los países del sur del viejo continente.

La mayoría de los berlineses votó a favor expropiar viviendas vacías

Con el referendo, celebrado en paralelo con las elecciones generales y las regionales, se abrió un debate sobre el precio de alquileres y los cientos de viviendas vacías en poder de grandes grupos inmobiliarios.

La mayoría de los casi 2,5 millones de berlineses con derecho a voto a la cámara de diputados regional se pronunció a favor de una iniciativa electoral para expropiar a las grandes inmobiliarias cientos de miles de viviendas vacías, y que una nueva empresa de vivienda pública gestione los alquileres.

Con más de la mitad de los votos escrutados, el referendo celebrado el domingo registró un 57% a favor de la medida y un 38% en contra, según datos oficiales, informó el servicio público de noticias alemán, Deutsche Welle.

La iniciativa pedía a los berlineses que votaran si las grandes empresas inmobiliarias, propietarias de miles de viviendas, debían ser expropiadas o desposeídas de ellas. Algunas de sus viviendas serán puestas bajo gestión pública, lo que afectaría a unos 240 unidades, es decir, alrededor del 15% del parque de viviendas de alquiler de Berlín.

Las empresas serían compensadas económicamente por un valor aproximado de 13.700 millones de euros (unos US$ 16.000 millones).

La votación no es jurídicamente vinculante, pero sí obliga a las autoridades a tratar el asunto, y por el momento sólo el partido La Izquierda adelantó su apoyo a la iniciativa.

Consultores vinculados al sector predicen que la medida presionará a los legisladores berlineses para que aborden el problema de la vivienda en una ciudad que lucha contra el aumento de los alquileres y la subida de los precios inmobiliarios.

La plataforma que convocó el referendo, Deutsche Wohnen & Co, cree en cambio que podrá frenar el aumento de los alquileres y asegurar unos alquileres asequibles a largo plazo.

El mayor grupo inmobiliario alemán, Vonovia, alertó de que se avecinan años de bloqueo tras el resultado.

"Las expropiaciones no resuelven los numerosos problemas del mercado inmobiliario de Berlín", dijo su director general, Rolf Buch, quien pidió a los políticos "elaborar soluciones más constructivas" que aborden la preocupación de muchas personas por no poder seguir pagando el alquiler de sus viviendas.

Algunos juristas, en tanto, advierten que si el Senado de Berlín aprobara una ley así, sería objeto de una catarata de recursos judiciales.

En abril de 2021, el Tribunal Constitucional Federal de Alemania anuló la decisión del Gobierno de imponer un tope de alquileres de cinco años en la ciudad.

En Berlín la crisis inmobiliaria se agudizó en los últimos años.

La ciudad que hace cinco años se proyectaba como la capital de Europa y una de las más baratas para vivir, fue sacudida por la especulación financiera y las empresas comenzaron a comprar espacios para instalar sus sedes.

Hoy, cuatro de cada cinco berlineses alquila y se proyecta que para 2030 la ciudad necesitará al menos 200.000 nuevas propiedades para hacer frente al problema de vivienda.

La votación se celebró en paralelo con las elecciones generales y las regionales de Alemania, donde los socialdemócratas alemanes del SPD conservaron la alcaldía de la capital, pese a que por unas horas se creyó que los Verdes podían arrebatársela.

Los socialdemócratas fueron los más votados pero pero por poco margen

Olaf Scholz, vicecanciller y ministro de Finanzas saliente, líder del SPD, que sacó el 25,7%, disputará con Armin Laschet, el candidato del partido de Angela Merkel, que obtuvo 24,1%. Los Verdes y los Demócratas Libres  aún no decidieron a quién apoyarán.

Alemania se embarcó en la búsqueda de su próximo Gobierno, luego de que una ajustada victoria electoral del Partido Socialdemócrata (SPD) sobre el bloque conservador de la canciller Angela Merkel desatara temores a semanas de incertidumbre política en la economía más grande de Europa.

Olaf Scholz, el candidato del SPD, de centroizquierda, pidió no demorar la conformación de una alianza de gobierno y dijo que el bloque conservador Unión, de Merkel, debería dejar el poder y pasar a la oposición luego de haber obtenido el domingo su peor resultado en una elección general.

Tanto el SPD como la Unión -una alianza entre la Unión Demócrata Cristiana (CDU), de Merkel, y la Unión Social Cristiana (CSU)- terminaron bien por debajo del 30% de los votos, así que ahora deberán formar alguna coalición que les dé la mayoría parlamentaria necesaria para formar Gobierno.

Tras las elecciones, partidos alemanes se lanzan a formar el primer Gobierno post-Merkel

Dos partidos menores que hasta ahora estaban en la oposición podrían definir qué bloque logra el poder, según apoyen al SPD o a la Unión -algo sobre lo que aún no se han pronunciado-, un escenario que, a su vez, genera dudas sobre la estabilidad del futuro Gobierno.

Durante sus 16 años en el poder, Merkel era vista en el exterior no solo como la líder de Alemania sino también, de muchas maneras, como la líder de Europa, al haber guiado a la Unión Europea (UE) a través de una serie de crisis políticas y financieras.

El resultado inconcluso en Alemania, sumado a una elección presidencial en Francia en abril, crea incertidumbre -al menos por ahora- en las dos mayores potencias económicas y políticas de Europa, justo cuando la UE lidia con un resurgimiento de su competidora Rusia y un crecimiento del euroescepticismo en el este del continente.

Tanto Scholz, ministro de Finanzas y vicecanciller saliente, y Armin Laschet, el candidato de la Unión y gobernador del estado más poblado de Alemania, Renania del Norte-Westfalia, reivindicaron su derecho a encabezar el próximo Gobierno.

Sin embargo, en la decisión final tendrá gran peso la decisión de los dos partidos que podían ser socios menores en la futura coalición de Gobierno: los ecologistas Verdes, de centroizquierda y que generalmente se inclinan por el SPD, y los liberales Demócratas Libres, cuya ideología es más cercana a la de la CDU.

Scholz, que sacó a su partido de una depresión de varios años, se mostró confiado.

"Los votantes hablaron muy claramente", dijo a periodistas en Berlín, informó la agencia de noticias alemana DPA.

El electorado "reforzó a tres partidos -los Socialdemócratas, los Verdes y los Demócratas Libres- así que este es el visible mandato que han dado los ciudadanos de este país. Estos tres partidos deberían liderar el próximo Gobierno", agregó Scholz, de 63 años.

La única otra opción que tendría mayoría parlamentaria sería una repetición de la "gran coalición" entre los Socialdemócratas y la Unión.

Esta es la combinación que ha gobernado en Alemania 12 de los 16 años que Merkel ha estado en el poder, aunque esta vez debería estar comandada por Scholz y con la CDU como socio menor, porque el SPD fue el partido más votado.

Sin embargo, esta coalición muy a menudo se ha sumido en disputas, por lo que no genera mucho entusiasmo.

El Gobierno saliente de Merkel permanecerá en el cargo hasta que preste juramento un sucesor. Merkel, de 67 años, anunció en 2018 queno buscaría un quinto mandato.

Resultados oficiales

Los resultados oficiales finales dieron al SPD el 25,7% de los votos y a la Unión el 24,1%.

Hace cuatro años, obtuvieron un 20,5% y un 32,9% respectivamente.

Los conservadores, pese a su resultado "decepcionante", también prevén formar el próximo gobierno, advirtió Laschet.

Sin embargo, el candidato conservador, de 60 años, admitió que la CDU "necesita renovarse".

Los Verdes se llevaron el 14,8%, los Demócratas Libres el 11,5% y la ultraderechista Alternativa para Alemania (Afd) el 10,3%.

El partido más pequeño en el nuevo parlamento es La Izquierda, que obtuvo el 4,9% de los votos.

La nueva cámara del Parlamento (Bundestag) tendrá un récord de 735 legisladores.

Tras las últimas elecciones, en 2017, se necesitaron más de seis meses para alcanzar un acuerdo y formar la actual "gran coalición".

Para los democristianos, las "pérdidas son amargas", admitió Paul Ziemak, número dos de la CDU. Su partido nunca había caído por debajo del 30% de los votos. En 2017, alcanzó 32,8%.

En una muestra de este declive, la circunscripción de Merkel, en la que había sido elegida diputada desde 1990, cayó en manos del SPD.

Un descenso así de los conservadores ensombrecería, además, el fin del mandato de Merkel, quien pese a seguir siendo muy popular al término de cuatro legislaturas, parece haber sido incapaz de preparar su sucesión.

Las negociaciones quizá retrasen la marcha efectiva de la canciller, de 67 años, que ha dedicado más de tres décadas a la política.

Los Verdes, liderados por Annalena Baerbock, que durante un tiempo aparecían como favoritos, tienen suficiente apoyo para incidir en la definición del próximo gobierno.

Igualmente, los liberales del FDP recabaron suficiente apoyo para tener la llave del gobierno y convertirse en un actor ineludible para una futura coalición.

Por su parte, los ultraderechistas del AfD, cuya entrada en el Bundestag en las elecciones de 2017 fue muy comentada, confirmarían su permanencia en el tablero político de Alemania.

Sin embargo, con entre el 10% y el 11% de los votos, este partido islamófobo debilitado por sus problemas internos, registraría un leve retroceso respecto a los anteriores comicios (12,6%).

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