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Los chinos consumían cerveza hace más de nueve mil años

(09/09/20 - Arqueología)-.Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Darmouth del contenido de unos recipientes descubiertos en una necrópolis próxima a la ciudad de Qiaotou, al sur de China, ha revelado que en ese lugar, hace unos 9.000 años, se elaboró una bebida fermentada que tal vez fue consumida en rituales relacionados con el mundo funerario.

sabemos que desde tiempos inmemoriales el consumo de bebidas alcohólicas ha cumplido una importante función sociocultural en numerosas sociedades, tanto en celebraciones de carácter social como ceremonial. En este contexto, un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Darmouth sugiere que hace 9.000 años en el sur de China se bebía algo muy parecido a la cerveza, posiblemente como parte de un ritual para honrar a los difuntos. Estos resultados se basan en el análisis de antiguas vasijas encontradas en una necrópolis cerca de la ciudad de Qiaotou, lo que hace de este yacimiento uno de los lugares más antiguos del mundo donde se ha documentado el consumo de esta bebida. El estudio acaba de publicarse en la revista Plos One.

Las vasijas en cuestión se hallaron en un montículo de plataforma (de 80 m de largo x 50 m de ancho, con una elevación de 3 m sobre el nivel del suelo), que estaba rodeado por una zanja de 10-15 m de ancho y 1,5-2 m de profundidad. En dicho montículo yacían dos esqueletos humanos y se habían excavado varios pozos que contenían vasijas de cerámica de alta calidad, muchas de las cuales estaban enteras. La cerámica fue pintada con engobe blanco y algunas piezas estaban decoradas con diseños abstractos. Según el estudio, estas vasijas son probablemente algunas de las "primeras piezas de cerámica pintadas conocidas en el mundo". No se ha encontrado cerámica de este tipo en ningún otro yacimiento contemporáneo.

Vasos para beber

El equipo de investigación analizó los diferentes tipos de cerámica encontrados en la necrópolis de Qiaotou, que eran de tamaños dispares. Algunas de las vasijas eran relativamente pequeñas y por sus características muy posiblemente debieron de utilizarse para beber. Básicamente, cada uno de estos recipientes podía sostenerse en una mano a modo de taza, a diferencia de los recipientes para almacenamiento, que son mucho más grandes. Siete de las veinte vasijas que fueron analizadas se parecían mucho a las conocidas como vasijas Hu de cuello largo, un tipo de recipiente que se usó en China para beber en períodos históricos posteriores.

Para confirmar que estas vasijas se utilizaron para beber alcohol, el equipo de investigación analizó los residuos de microfósiles como almidón, fitolito (residuo vegetal fosilizado) y hongos extraídos del interior de las vasijas. Estos residuos se compararon con algunas muestras de control obtenidas de la tierra que había alrededor de los recipientes. El equipo identificó residuos microbotánicos (gránulos de almidón y fitolitos) y microbianos (moho y levadura) en las vasijas que eran consistentes con los residuos que deja la fermentación de la cerveza y que no se encuentran naturalmente en el suelo o en otros artefactos a menos que hayan contenido alcohol.

El equipo identificó residuos microbotánicos (gránulos de almidón y fitolitos) y microbianos (moho y levadura) en las vasijas que eran consistentes con los residuos que deja la fermentación de la cerveza.

"A través de un análisis de residuos de las vasijas de Qiaotou, nuestros resultados revelaron que estas vasijas de cerámica se usaban para contener cerveza, en su sentido más general: una bebida fermentada hecha de arroz (Oryza sp.), un grano llamado lágrimas de Job (Coix lacryma- jobi) y tubérculos no identificados. Esta antigua cerveza, sin embargo, no habría sido como la IPA (India Pale Ale, un tipo de cerveza con alta graduación alcohólica y sabor amargo) que tenemos hoy en día. En cambio, seguramente era una bebida dulce y ligeramente fermentada, que posiblemente tenía un color turbio", explica Jiajing Wang, profesora asistente de Antropología en la Universidad de Dartmouth y una de las autoras del estudio. Los resultados mostraron que los fitolitos de las cáscaras de arroz y otras plantas también estaban presentes en los residuos que contenían las vasijas. Los investigadores creen que es posible que se añadiesen a la cerveza como agentes de fermentación.

El país del arroz

Aunque el valle del río Yangtze en el sur de China se considera en la actualidad el corazón arrocero del país, la domesticación de este cereal se produjo de un modo gradual hace entre 10.000 y 6.000 años, por lo que hace 9.000 años el arroz todavía se encontraba al principio de su proceso de domesticación. En ese momento, la mayoría de las comunidades estaban formadas por cazadores-recolectores que dependían principalmente de la búsqueda de alimento. Como explican los investigadores en el estudio, dado que la recolección y el procesamiento del arroz requería de mucho trabajo y dedicación, la cerveza que se producía en Qiaotou probablemente era una bebida exclusiva y de importancia ritual.

Dado que la recolección y el procesamiento del arroz requería de mucho trabajo y dedicación, la cerveza que se producía en Qiaotou probablemente era una bebida exclusiva y de importancia ritual.

El análisis de los residuos de las vasijas también reveló rastros de moho, que tal vez se empleó durante el proceso de elaboración de la cerveza. El moho que se ha encontrado en los recipientes de Qiaotou era muy similar al moho presente en el koji (una especie de arroz que se cultiva con un moho) que se usa para hacer sake y otras bebidas de arroz fermentadas en el Este de Asia. Estos hallazgos corroboran los resultados de una investigación anterior, publicada en la revista PNAS, que descubrió que el moho se había utilizado hace 8.000 años en China en diversos procesos de fermentación.

¿Uso social o ritual?

De hecho, podemos considerar que cerveza es técnicamente cualquier bebida fermentada elaborada a partir de cultivos mediante un proceso de transformación que consta de dos etapas. En la primera, las enzimas transforman el almidón en azúcar (sacarificación), y en la segunda, las levaduras convierten el azúcar en alcohol y dióxido de carbono (fermentación). Como explican los investigadores en su estudio, el moho actúa como un agente en ambos procesos al servir como iniciador de un proceso de sacarificación-fermentación. "No sabemos cómo produjeron moho hace 9.000 años, ya que la fermentación puede ocurrir de forma natural. Si a esas personas les sobró algo de arroz y los granos se enmohecieron, es posible que se dieran cuenta de que con el tiempo estos granos se vuelven más dulces y alcohólicos. Si bien en esa época no conocían la bioquímica asociada a los granos que se volvieron mohosos, probablemente observaron el proceso de fermentación y lo aprovecharon mediante el método de prueba y error", asevera Wang.

"No sabemos cómo produjeron moho hace 9.000 años, ya que la fermentación puede ocurrir de forma natural. Si les sobró algo de arroz y los granos se enmohecieron, tal vez se dieran cuenta de que con el tiempo los granos se vuelven más dulces y alcohólicos", comenta Wang.

Dado que la cerámica de Qiaotou se encontró en un lugar de enterramiento y no residencial, los investigadores creen que las jarras que contuvieron cerveza probablemente se usaron en ceremonias relacionadas con el mundo funerario. Especulan también que tal vez esta bebida se consumió asimismo en rituales realizados para forjar y estrechar lazos sociales y de cooperación, y que este hecho pudo haber sido el precursor del nacimiento de las sociedades complejas dedicadas al cultivo de arroz que surgieron en China 4.000 años después.


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