Anteriormente, 6500 milicianos se habían reunido al proceso de la reconciliación en Deir Ezzor, por lo que el número total de rebeldes que entregaron su armamento el Gobierno sirio supera los 10 000.
Los comités de reconciliación también serán desplegados la próxima semana en la ciudad fronteriza de Al-Bukamal, en Deir Ezzor, y otras localidades situadas al norte y al oeste de dicha provincia para que más rebeldes puedan aprovechar del proceso.
Por su parte, Madlol al-Aziz, un parlamentario sirio, que es una de las figuras prominentes de Deir Ezzor, ha calificado la reconciliación como una oportunidad para que toda la población de la provincia logre unidad y regrese a sus hogares para reanudar su vida normal.
Abdulá Shelash, un miembro destacado de la tribu Al-Busaraya, también ha indicado que el pueblo sirio, a través de este proceso, ha enviado un mensaje claro a todas las fuerzas extranjeras, incluido Estados Unidos, que no aceptará su presencia y que apoyan al Gobierno sirio, presidido por Bashar al-Asad.
El proceso de reconciliación brinda una segunda oportunidad a todos los civiles y militares buscados por las autoridades por eludir el servicio militar o desertar de las filas del Ejército sirio.
La situación se produce luego de que, el pasado 25 de julio, las fuerzas del Gobierno sirio acordaron acabar con el asedio a los grupos extremistas, a cambio de la entrega de armas pesadas y ligeras por parte de los opositores.
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