“El pseudo informe de países sobre prácticas de derechos humanos del año 2021 ha sido elaborado por un Estado que ha impuesto, por más de 60 años, un genocidio e ilegal bloqueo económico, comercial y financiero contra un país, recrudecido de forma deliberada en un escenario de pandemia”, repudió el viernes el secretario ejecutivo de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos, Sacha Llorenti, en Twitter.
El bloque regional enfatizó que EE.UU. no puede aspirar a dar lecciones en este ámbito, mientras que se niega a revisar su situación interna y apuesta por incurrir en la aplicación de medidas coercitivas unilaterales contra los pueblos del mundo, con campañas de desinformación y desprestigio.
Según la Secretaría de la ALBA, el informe publicado por el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, representa “una intromisión” en los asuntos internos de otros países y pretende ser “un instrumento para calificar” las políticas de otros Estados en materia de derechos humanos.
Es más, tal mecanismo latinoamericano achaca el informe de Blinken por carecer de moral y rigor técnico, para después hacer un llamado a la comunidad internacional a rechazar estas acciones injerencistas, además de ratificar su compromiso con la promoción, el respeto y la defensa integral de los derechos humanos.
A su vez, el Gobierno de Venezuela emitió un comunicado en el que criticó la “reiterada práctica” de Estados Unidos de censurar las políticas de otros países en lo que a derechos humanos respecta, “sin ningún rigor técnico ni credibilidad” y acusó a Washington de emplear esa “falsa narrativa” para “manipular” los derechos humanos y “avanzar sus intereses políticos”.
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