Shireen Abu Akleh, corresponsal palestina de la cadena catarí Al Jazeera, recibió el pasado 11 de mayo un disparo en el rostro y murió poco después; el ataque ocurrió mientras cubría una redada de las fuerzas israelíes contra la ciudad de Yenín, en la ocupada Cisjordania.
Casi dos semanas después de su asesinato, una reconstrucción de la escena realizada por AP respalda las afirmaciones tanto de las autoridades palestinas como de los colegas de la periodista de que la bala que causó la muerte a Abu Akleh provenía de un arma israelí.
Múltiples vídeos y fotos tomadas en la mañana del 11 de mayo muestran un convoy israelí estacionado en una calle estrecha con una línea de visión clara hacia Abu Akleh; también se puede ver en esas tomas a reporteros y otros transeúntes en tiempo real protegiéndose de las balas disparadas desde la dirección del convoy.
¿Por qué Israel asesina a los periodistas palestinos?
La única presencia confirmada de manifestantes palestinos estaba al otro lado del convoy, a unos 300 metros de distancia, en su mayoría separados de Abu Akleh por edificios y muros.
El régimen de ocupación de Tel Aviv alega que al menos un palestino se encontraba entre el convoy y los periodistas, pero no ha proporcionado ninguna evidencia ni ha señalado la ubicación del presunto tirador.
El asesinato a sangre fría de Abu Akleh ha levantado una ola de indignación a nivel global. La comunidad internacional denuncia que el régimen de Israel, con total impunidad, sigue cometiendo atrocidades contra los palestinos y calla las voces disidentes recurriendo a la etiqueta de “antisemitismo”.
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