Después de los pobres que viven desde hace años la inflación en los territorios ocupados, ahora le toca a la clase media israelí ser afectada por el encarecimiento del nivel de vida, ha señalado la agencia francesa de noticias AFP, en un artículo publicado este miércoles.
De hecho, el texto refleja voces de preocupación por altos precios de la gente más allá de las clases más pobres.
La nota relata la experiencia de una enfermera israelí, quien ha explicado así: “trabajamos como locos, he multiplicado mis guardias de noche, y mi marido, técnico de electrodomésticos, trabaja incluso los fines de semana, pero ya no llegamos”.
Las cifras publicadas en octubre por la oficina central de estadística del régimen israelí indican una inflación récord en más de una década (+4,6% en los últimos 12 meses) con un aumento drástico en los precios del alquiler, el transporte, el combustible, la educación, etc.
La creciente inflación se ha convertido en una de las principales cuestiones de cara a las elecciones legislativas del 1 de noviembre, las quintas en tres años y medio. En efecto, los partidos compiten con promesas para frenar la inflación.
Expertos destacan la devaluación brusca de shekel (moneda israelí) frente al dólar, lo que aumenta el temor a una inflación inédita en los territorios ocupados.
Y en 2019, la revista The Economist clasificó a Tel Aviv como la décima ciudad más cara del mundo, entre las 133 ciudades catalogadas.
Varios informes apuntan a que el alto costo de vida en los territorios ocupados por Israel está obligando a muchos colonos judíos a considerar vivir en otro lugar o incluso regresar a sus países de origen.
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