El Estado reconoce la existencia de comedores pero invisibiliza la situación de las cocineras comunitarias que trabajamos sin derechos laborales ni salario. Preparamos la comida y la entregamos a las miles de familias que las necesitan, pero no percibimos ningún tipo de ingreso, ni tenemos ningún derecho laboral por este trabajo que realizamos.
Por este motivo, desde La Poderosa, presentamos un proyecto buscando generar un piso de derechos mínimos para las trabajadoras y trabajadores de los comedores y merenderos comunitarios, que incluya derechos laborales y un salario digno.
Queremos que toda trabajadora de comedor comunitario pueda cobrar, como mínimo, un salario mínimo vital y móvil. Porque estamos convencidos de que el trabajo comunitario salva vidas, construye redes, sostiene las barriadas populares, eso ¡también es trabajo!
El Día de la Mujer Trabajadora (8 de marzo) realizamos la presentación del proyecto frente al Congreso de la Nación Argentina. Actualmente estamos juntando firmas y adhesiones para poder darle fuerza al proyecto de ley, queremos pasar las 500.000, añadieron.
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