(21/04/19 - Francia)-.Luego de veintitrés semanas de protesta el movimiento social de los Chalecos Amarillos, no solo sigue en pié sino que aumenta en número pese a la brutal represión del gobierno neoliberal conservador de Emannuel Macrón.
El capítulo 23 de la movilización de los “chalecos amarillos” contra la política del Gobierno en Francia ha vuelto a conocer manifestaciones en todo el país.
El 17 de noviembre de 2018 salían a las calles francesas por primera vez. Cinco meses después los “chalecos amarillos” siguen en ellas; 23 fines de semana consecutivos reclamando mejores condiciones de vida y más justicia social.
La respuesta del Gobierno podría llegar el próximo jueves, 25 de abril, cuando el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunciará las medidas que va a tomar tras el gran debate para intentar calmar la cólera de los “chalecos amarillos”.
A esta nueva jornada de movilización la respuesta del Gobierno no ha cambiado. Los ciudadanos tienen derecho al despliegue de 60 000 policías y vehículos blindados, a detenciones preventivas y a la prohibición de manifestar. Sin embargo, los indignados a pesar de ello siguen condenando la violencia, venga de donde venga.
Y la violencia ha estado presente en París (capital gala), pero también en otras ciudades. Los enfrentamientos no han faltado y ha sido de nuevo los gases lacrimógenos, las balas de goma, las granadas de dispersión y los cañones de agua. Además cientos de detenciones y miles de controles que no han podido evitar la presencia de elementos radicales.
El capítulo 23 de la movilización de los “chalecos amarillos” contra la política del Gobierno en Francia ha vuelto a conocer manifestaciones en todo el país.
El 17 de noviembre de 2018 salían a las calles francesas por primera vez. Cinco meses después los “chalecos amarillos” siguen en ellas; 23 fines de semana consecutivos reclamando mejores condiciones de vida y más justicia social.
La respuesta del Gobierno podría llegar el próximo jueves, 25 de abril, cuando el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunciará las medidas que va a tomar tras el gran debate para intentar calmar la cólera de los “chalecos amarillos”.
A esta nueva jornada de movilización la respuesta del Gobierno no ha cambiado. Los ciudadanos tienen derecho al despliegue de 60 000 policías y vehículos blindados, a detenciones preventivas y a la prohibición de manifestar. Sin embargo, los indignados a pesar de ello siguen condenando la violencia, venga de donde venga.
Y la violencia ha estado presente en París (capital gala), pero también en otras ciudades. Los enfrentamientos no han faltado y ha sido de nuevo los gases lacrimógenos, las balas de goma, las granadas de dispersión y los cañones de agua. Además cientos de detenciones y miles de controles que no han podido evitar la presencia de elementos radicales.
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