Lo ha hecho con 62 votos a favor y 61 en contra. En esta se exige al presidente que se someta a una cuestión de confianza ante la Cámara o convoque elecciones. La oposición considera que el Gobierno es inoperativo.
Pese a que el texto no tiene carácter vinculante es un claro revés para el consistorio de Torra. Los partidos que apoyan al Gobierno, sin embargo, aseguran que no se sienten interpelados ya que la moción se ha aprobado gracias a que los tribunales han prohibido la delegación de voto de los diputados independentistas procesados en la causa del Supremo.
También ha sido decisiva la no participación en las votaciones de las Candidaturas de Unidad Popular (CUP). Los anticapitalistas han manifestado que ni aprueban al Gobierno, al que piden elecciones, ni legitiman, dicen, a un partido socialista marcado por su apoyo al artículo 155. A las puertas de la campaña electoral, esta ha parecido planear sobre gran parte del debate. Ciudadanos por ejemplo, ha aprovechado la ocasión para cargar contra el Gobierno de Pedro Sánchez.
La mayoría independentista ha visto los efectos de la inhabilitación de sus diputados exiliados el mismo día en que el Constitucional anulaba la ley que debía permitir la investidura a distancia. Una ley pensada para permitir el retorno de Carles Puigdemont al Palau de la Generalitat. Una puerta que los tribunales han vuelto a cerrar en una legislatura claramente marcada por el enjuiciamiento al independentismo.
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