El ex mandatario Pedro Pablo Kuczynski descansó cómodamente en su muelle residencia del exclusivo municipio de Miraflores, a donde fue trasladado anoche desde una clínica privada, tras recuperarse de una operación cardiaca, y allí cumplirá la prisión preventiva que le impusieron los jueces, de hasta tres años.
Por su parte, Luis Nava, ex secretario y brazo derecho del suicida ex gobernante Alan García, fue transportado en un furgón del Instituto Nacional Penitenciario, desde un centro judicial de detención transitoria, hasta el presidio limeño de Castro Castro, para cumplir allí una orden judicial similar.
Quien debe haber pasado una noche de sobresaltos es el hasta ayer parlamentario conservador Edwin Donayre, ex jefe del ejército al que la policía busca para que cumpla una condena judicial de cinco años de cárcel por peculado, cometido al robar combustible del ejército, cuando era general, entre enero y noviembre de 2006.
La fiscalía afirma que tiene pruebas sólidas de que Kuczynski, años atrás, cobró cerca de cinco millones de dólares a Odebrecht por consultorías financieras realizadas por dos empresas suyas.
Las asesorías estaban referidas a proyectos para los que fue contratada la empresa y que él viabilizó usando su poder como ministro del entonces presidente Alejandro Toledo, hoy prófugo y a quien Odebrecht sobornó con 31 millones de dólares por otro proyecto.
Nava es investigado por intermediar sobornos de la empresa brasileña Odebrecht para García, quien el 17 de abril último se suicidó con un disparo en la cabeza para evitar ser detenido por el mismo caso, 'cuando la justicia tocó su puerta', a decir del primer ministro, Salvador del Solar.
A Nava lo delataron el ex ejecutivo de Odebrecht en Perú, Jorge Barata y el ex funcionario Miguel Atala, a quien usó como testaferro de García; así como su propio hijo, José Antonio Nava, quien dio fe de que el padre recibía dinero de Barata, y el hijo de Atala, Samir, también involucrado.
El ex general Donayre perdió ayer la protección que disfrutaba por su inmunidad parlamentaria, pues el pleno del Congreso de la República se la retiró para que vaya a prisión, en un pleno al que no asistió, y nadie lo ha podido ubicar desde que la corte suprema lo condenó el lunes último, en forma inapelable, a cinco años de cárcel.
El otrora ministro de Defensa, general en retiro Roberto Chiabra rescató el hecho de que el latrocinio de Donayre fue investigado y denunciado por los mecanismos internos del ejército, consideró ejemplarizadora la condena y exhortó al reo a entregarse a la justicia, mientras el poder judicial ordenó ayer mismo su captura.
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