Este fin de semana extendido pudimos ver, quienes lo deseamos hacer, al menos tres escenarios de represión violenta a manifestaciones, aunque los medios mundiales solo mostraron uno.
¿Porqué ocurrió esto?
La respuesta es tan simple que resulta pueril: La represión de la derecha no debe ser televisada.
La muy primermundista Francia volvió a reprimir este sábado con violencia a los manifestantes que por miles se siguen reuniendo en las principales ciudades galas para pedir pacíficamente un cambio de rumbo al gobierno neoliberal de Emmanuel Macrón que, por otro lado, ya ha encarcelado a más de cinco mil manifestantes por el delito de protestar. Estos hechos no fueron televisados.
Este martes en Buenos Aires, donde decenas de miles de argentinos reclamaron al gobierno de la alianza neoliberal conservadora de Mauricio Macri, treinta y dos ciudadanos fueron detenidos, algunos de ellos frente a la embajada de la República Bolivariana de Venezuela que partidarios del golpista Guaidó (cuya embajadora en Argentina es empleada política de Cambiemos) querían tomar por la fuerza. Estos hechos no fueron televisados.
Sin embargo en Venezuela, con un gobierno que ha refrendado en elecciones libres y transparentes, según dieron cuenta cientos de veedores internacionales, todas las cámaras pusieron el foco en una revuelta sediciosa financiada por Estados Unidos y apadrinada por los gobierno lamebotas de la región como el argentino, el colombiano, el brasileño y algunos otros.
En esas imágenes se puede ver, por ejemplo, a los sediciosos marchar con una tanqueta contra la población civil de manera criminal; se puede ver a sectores criminales condenados por ejercer u ordenar actos de terrorismo, como el reo Leopoldo López y al líder golpista autodesignado presidente venezolano Guaidó, todos ellos llamando a la insurrección.
¿cuál fue el elemento que motivó que se reproduzca hasta el hartazgo un intento de golpe de estado y se silencie a los otros dos?
Claramente deberíamos ver que se trata de una cuestión ideológica que busca legitimar y naturalizar la represión de los reclamos populares y criminalizar el legítimo derecho de los estados a mantener el orden constitucional.
Asistimos a una obra de teatro a la que arteramente le han retirado el título: Derrocar al gobierno popular venezolano y todos, absolutamente todos los periodistas de los medios de derecha miran cobardemente para otro lado y ponen cara de boludos cuando hablan del tema, igual que hace años lo hacían cuando hablaban de enfrentamientos al referirse a los asesinatos de la dictadura cívico militar.
El neoliberalismo de Cambiemos ya se cobró tres mil víctimas
Desde organismos antirrepresivos han hecho hace pocas semanas una gravísima denuncia contra el gobierno neoliberal conservador de Cambiemos.
"Rechazamos la legalización directa del gatillo fácil que significa el nuevo protocolo de la ministra Bullrich. Bajo el gobierno de Macri, en menos de tres años el Estado argentino ya asesinó a más de 1.000 personas con el gatillo fácil y en lugares de detención, como los 10 jóvenes quemados en la comisaría de Esteban Echeverría, en un promedio atroz de más de una muerte por día" denunciaron.
Los asesinatos del conservadurismo colombiano
En Colombia, otro de los padrinos del golpismo venezolano, desde los distintos organismos de derechos humanos se denuncia a diario el asesinato de líderes sociales y políticos opositores.
Los últimos dos líderes asesinados esta semana ha elevado una cifra que ya suma más de trescientos dirigentes políticos y sociales asesinados por fuerzas de seguridad y fuerzas paramilitares.
Los Asesinatos de los colonos
Otro de los estados asesinos es Israel, también gobernado por la derecha, y que ya ha provocado miles de muertos, heridos y desplazados de Palestina con el visto bueno de la misma prensa internacional que se rasga las vestiduras por las acciones del gobierno venezolano para restaurar el orden sobre individuos armados.
Ante la represión Rebelión
Ante esta realidad, es la obligación de este cronista alertar sobre la cínica postura de los medios de comunicación que responden al poder económico internacional, una suerte de dictadura mediática que busca instalar el discurso único a nivel global.
Es por eso que invitamos a nuestros lectores a tomar una posición activa para revertir esta situación y tomarse la pequeña tarea de buscar videos en google e informarse de la realidad por actores que no apunten a instalar una dictadura mediática y de ser posible compartir esta información con sus contactos.
Avanzamos hacia una dictadura de discurso único conformada, no ya por cuerpos de milicias asesinas sino por formadores de opinión que nos obligan a consumir una realidad ya digerida para nosotros, jueces y servicios que eliminan y desaparecen socialmente a quienes incomodan al régimen. Es nuestra tarea resistir a esta circunstancia y hacer todo cuanto este a nuestro alcance para revertir esta situación que hoy nos vende a un gobierno constitucional como una feroz dictadura en Venezuela y mañana lo puede hacer en Bolivia, Uruguay, Chile o Argentina si sus gobiernos molestan al poder económico global.
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