“Si EE.UU. solo quiere agravar aún más las disputas comerciales, daremos una respuesta firme y lucharemos hasta el final”, ha dicho este martes el portavoz de la Cancillería china, Geng Shuang (foto), en una rueda de prensa.
El vocero chino ha asegurado, sin embargo, que Pekín no busca una guerra comercial, pero, ha señalado, “tampoco la teme”. Al respecto, ha indicado que, “si EE.UU. está dispuesto a unas consultas en pie de igualdad, entonces nuestra puerta está abierta”.
Así lo ha declarado Geng un día después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazara al país asiático con nuevos aranceles si el presidente chino, Xi Jinping, no acude a la cumbre del G20 en Osaka (Japón), donde el inquilino de la Casa Blanca espera reunirse con él.
El lunes, el propio Geng dijo que, “si hay noticias concretas sobre la presencia de Xi en la próxima cita del G20, China lo anunciará de manera puntual”.
Trump ha vuelto este martes a defender el uso de los aranceles como parte de su estrategia comercial con el gigante asiático.
“Las tarifas son una gran herramienta de negociación”, ha escrito el mandatario norteamericano en un mensaje de Twitter.
La disputa comercial entre Estados Unidos y China —desatada por el magnate estadounidense bajo diversos pretextos, como el robo por empresas chinas de tecnología de propiedad intelectual de firmas estadounidenses— no muestra en la actualidad ninguna señal de tregua.
Las tensiones entre Washington y Pekín se han intensificado con los anuncios de los aranceles por parte de Trump, pese a los acuerdos alcanzados entre los dos países para no imponerse más tarifas desde el inicio de este año en curso.
Los dos países han concluido varias rondas de diálogos en espera de alcanzar un punto en común para aliviar las tensiones, las cuales, conforme a varios líderes y expertos financieros, pueden orillar a la economía mundial hacia una crisis.
De hecho, varios pronósticos apuntan a la posibilidad de que la parte china opte por no dialogar ante las amenazas de Trump.
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