El canciller venezolano invitó el sábado al pueblo bolivariano a sumarse a la campaña lanzada el 30 de mayo por la Asociación Internacional de Abogados Demócratas (IADL, por sus siglas en inglés) para solicitarle a la entidad financiera Novo Banco, de Portugal, que desbloquee y devuelva el dinero que mantiene retenido de la nación venezolana, en acatamiento de las sanciones ilegales de Washington a Caracas.
Esos recursos bloqueados están destinados a la compra de medicinas, insumos hospitalarios, alimentos, materia prima, así como al pago de compromisos internacionales de Venezuela con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), entre otros casos, por lo que dicha medida es considerada “inhumana” y “criminal”.
“(El bloqueo de dinero venezolano por Novo Banco) constituye una violación masiva a los derechos humanos del pueblo venezolano, especialmente de quienes se encuentran en mayor condición de vulnerabilidad, como los niños, las niñas, los adolescentes, las personas con discapacidad y los adultos mayores”, censura la publicación de la IADL, compartida por Arreaza en Twitter.
Novo Banco S.A. es un banco privado radicado en Portugal, propiedad de Lone Star, fondo financiero de capital estadounidense (75 %), y del Gobierno de Portugal (25 %). La entidad financiera mantiene retenidos y congelados la cantidad de 1 366 986 905 de euros (1 547 322 175 de dólares) pertenecientes al pueblo de Venezuela, debido a los embargos de Washington.
“La acción arbitraria, ilegal y confiscatoria de Novo Banco es el resultado de la presión de la Administración (del presidente de EE.UU., Donald) Trump sobre el Gobierno de Portugal y este banco europeo, con el fin de que se plieguen al criminal bloqueo contra la economía y el pueblo de Venezuela, mediante la imposición de medidas coercitivas unilaterales, adoptadas sin aprobación del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), violando la Carta de las Naciones Unidas y los tratados internacionales sobre derechos humanos”, critica la IADL.
El Gobierno venezolano ha denunciado que la retención de fondos venezolanos por Novo Banco ha causado la muerte de varios niños que esperaban unos trasplantes de médula ósea en Italia. De hecho, el programa de trasplantes, que se coordinaba a través del programa italiano FundaVenica, se ejecutaba a través de la empresa Citgo, —filial de la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) en territorio estadounidense—, cuyos fondos fueron retenidos en el banco portugués.
El embajador de Venezuela ante la ONU, Samuel Moncada, delató, a su vez, la muerte de dos menores de edad que esperaban un trasplante y que no pudieron ser intervenidos quirúrgicamente debido al bloqueo del Gobierno norteamericano, al que tildó de “crimen de lesa humanidad”.
La Administración estadounidense ha intensificado en los últimos meses su campaña de presión financiera contra Caracas en un intento por dar un golpe de Estado y sacar del poder al presidente legítimo de Venezuela, Nicolás Maduro, y sustituirlo por uno que sea sumiso a sus órdenes.
Diferentes países, organizaciones pro derechos humanos y entes internacionales, como la ONU, han censurado el régimen de sanciones ilegales de Washington contra Venezuela, que, según un estudio elaborado en abril, ha ocasionado la muerte de unas 40 000 personas desde agosto de 2017.
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