“El día viernes 19 de julio de 2019, se dio inicio al proceso de cancelación de oficio del Registro de Buques de Panamá al petrolero Riah, con número IMO 8816455”, anunció el sábado la Autoridad Marítima de Panamá (AMP) en un comunicado.
Esta decisión se anuncia luego de que el petrolero en cuestión había sido remolcado, a mediados de julio, por la Fuerza Naval del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán a aguas territoriales persas después de haber recibido una solicitud de asistencia.
La Marina del CGRI había acudido a prestar ayuda al petrolero por haber sufrido problemas técnicos durante su travesía por el Golfo Pérsico, según informaron las autoridades de este ente militar iraní.
La parte panameña indicó, mediante el texto, que la decisión de retirar la bandera nacional de esta nave “se tomó después de realizar una investigación interna” que concluyó con que el petrolero Riah “violó regulaciones internacionales de manera deliberada” al no informar de una situación inusual cuando estaba siendo remolcado a aguas persas.
Otro motivo al que la nota esgrime para tal decisión es que Riah habría incurrido en irregularidades en cuanto a documentación y formalidades que debían mantenerse en el expediente que posee de la nave en las instancias portuarias panameñas.
“Es completamente inaceptable que una de nuestras naves se vea involucrada en situaciones o actos ilícitos en cualquier parte del mundo”, agregó el documento para luego recalcar que las acciones energéticas se toman contra esta embarcación debido a que los armadores, operadores y tripulantes intentaron manipular los equipos de posicionamiento global intencionalmente.
La autoridad marítima de Panamá, dejó claro que retirará la bandera a todos los barcos que violen sanciones internacionales o el Derecho Internacional en cualquier parte del mundo.
Esta advertencia se produce en medio de la escalada de tensiones entre Irán y el Reino Unido por la interceptación el pasado 4 de julio del súperpetrolero de bandera panameña, Grace 1, en el estrecho de Gibraltar, cargado con crudo iraní, bajo la acusación de que el navío transportaba petróleo a Siria violando, supuestamente, las sanciones impuestas por la Unión Europea (UE) en este sentido.
Una medida considerada por Teherán como una piratería marítima a toda regla en el pleno siglo XXI. De hecho, las autoridades persas sostuvieron que tales acciones hostiles británicas no quedarían sin respuesta, despejando, de este modo, la vía para una réplica similar.
La República Islámica de Irán es el principal garante de la seguridad y estabilidad del Golfo Pérsico y el estrecho de Ormuz y ha ofrecido en diversas ocasiones la ayuda necesaria a los petroleros extranjeros en apuros.
Publicar un comentario