(23/09/19 - Arqueología)-.Un equipo de arqueólogos bolivianos halló un centro ceremonial en el corazón de Tiwanaku. Los expertos exhumaron al menos diecisiete vasijas que datan de 300 a 600 años d. C. en el centro ceremonial de Kalasasaya, en el sitio arqueológico.
Con mucha precaución y con los utensilios correspondientes, varios arqueólogos bolivianos procedieron ayer a exhumar las vasijas que se encontraron el pasado lunes en el centro ceremonial de Kalasasaya, en Tiwanaku, que datan de 300 a 600 años después de Cristo. Dos hipótesis rondan en torno al hallazgo: se presume que el sitio haya sido usado para el entierro de un personaje importante o para una ofrenda.
Si se tratara del primer caso, la excavación en esa sección se extendería por dos días, hasta encontrar los restos óseos. De no ser así, el trabajo concluiría al finalizar el día de ayer.
El director del Centro de Investigaciones Arqueológicas Antropológicas y Administrativas de Tiwanaku (CIAAT), Julio Condori, apuesta por la primera. “Considerando el espacio, la forma, la disposición y los materiales que hemos encontrado hasta ahora probablemente estamos hablando de un personaje (enterrado), muy significativo para la cultura de Tiwanaku”, dijo. Entre la tierra y dentro de las piezas también se halló huesos de pescado.
Los comunarios de Tiwanaku también participaron del acto
Cuatro de las 17 vasijas enterradas fueron exhumadas hasta el medio día de ayer con la presencia de comunarios y autoridades del municipio. Cada recipiente, en su mayoría con rajaduras, era envuelto con tela galleta y papel aluminio para extraer la pieza y evitar daños.
Una vez que sean extraídas todas las piezas, se las enviará a un laboratorio para realizar su limpieza y restauración. Todo el contenido que tengan las vasijas en su interior pasará por un proceso de análisis y aquellas que contengan carbono 14 serán enviadas al exterior para saber la época exacta en que fueron enterradas.
La excavación fue realizada desde el pasado 2 de septiembre por expertos del CIAAT. El trabajo corresponde al proyecto de investigación, conservación y restauración del sitio, el cual se formuló a partir de las 56 fotografías antiguas que el Ministerio de Culturas y Turismo presentó el pasado martes 10 de septiembre. El registro de las imágenes databan de entre 1957 y 1978 y evidenciaban remociones y modificaciones en el sitio.
“En las fotografías vimos que al interior de Kalasasaya existía una plataforma en “u”, la cual ha sido retirada entre 1957 a 1980. Donde ahora estamos parados habría sido mucho más alto. El objetivo era saber si esa plataforma existía o no”, explicó Condori desde el centro del templo de Kalasasaya. Dicho objetivo se cumplió, ya que encontraron -dijo- hileras de piedras que dan pautas de arquitectura prehispánica que se habría construido durante el periodo de Tiwanaku.
Con los recientes hallazgos, Condori aseveró que la arquitectura del sitio arqueológico fue constantemente modificada. “Esta reconstrucción que vemos actualmente ha sufrido muchas modificaciones y probablemente no ha estado en el marco de las convenciones y cartas internacionales que recomiendan: cualquier restauración o reconstrucción debe respetarse”, dijo.
Por Anabel Vaca
Con mucha precaución y con los utensilios correspondientes, varios arqueólogos bolivianos procedieron ayer a exhumar las vasijas que se encontraron el pasado lunes en el centro ceremonial de Kalasasaya, en Tiwanaku, que datan de 300 a 600 años después de Cristo. Dos hipótesis rondan en torno al hallazgo: se presume que el sitio haya sido usado para el entierro de un personaje importante o para una ofrenda.
Si se tratara del primer caso, la excavación en esa sección se extendería por dos días, hasta encontrar los restos óseos. De no ser así, el trabajo concluiría al finalizar el día de ayer.
El director del Centro de Investigaciones Arqueológicas Antropológicas y Administrativas de Tiwanaku (CIAAT), Julio Condori, apuesta por la primera. “Considerando el espacio, la forma, la disposición y los materiales que hemos encontrado hasta ahora probablemente estamos hablando de un personaje (enterrado), muy significativo para la cultura de Tiwanaku”, dijo. Entre la tierra y dentro de las piezas también se halló huesos de pescado.
Los comunarios de Tiwanaku también participaron del acto
Cuatro de las 17 vasijas enterradas fueron exhumadas hasta el medio día de ayer con la presencia de comunarios y autoridades del municipio. Cada recipiente, en su mayoría con rajaduras, era envuelto con tela galleta y papel aluminio para extraer la pieza y evitar daños.
Una vez que sean extraídas todas las piezas, se las enviará a un laboratorio para realizar su limpieza y restauración. Todo el contenido que tengan las vasijas en su interior pasará por un proceso de análisis y aquellas que contengan carbono 14 serán enviadas al exterior para saber la época exacta en que fueron enterradas.
La excavación fue realizada desde el pasado 2 de septiembre por expertos del CIAAT. El trabajo corresponde al proyecto de investigación, conservación y restauración del sitio, el cual se formuló a partir de las 56 fotografías antiguas que el Ministerio de Culturas y Turismo presentó el pasado martes 10 de septiembre. El registro de las imágenes databan de entre 1957 y 1978 y evidenciaban remociones y modificaciones en el sitio.
“En las fotografías vimos que al interior de Kalasasaya existía una plataforma en “u”, la cual ha sido retirada entre 1957 a 1980. Donde ahora estamos parados habría sido mucho más alto. El objetivo era saber si esa plataforma existía o no”, explicó Condori desde el centro del templo de Kalasasaya. Dicho objetivo se cumplió, ya que encontraron -dijo- hileras de piedras que dan pautas de arquitectura prehispánica que se habría construido durante el periodo de Tiwanaku.
Con los recientes hallazgos, Condori aseveró que la arquitectura del sitio arqueológico fue constantemente modificada. “Esta reconstrucción que vemos actualmente ha sufrido muchas modificaciones y probablemente no ha estado en el marco de las convenciones y cartas internacionales que recomiendan: cualquier restauración o reconstrucción debe respetarse”, dijo.
Por Anabel Vaca
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