El Departamento de Estado estadounidense anunció el miércoles que los diplomáticos chinos tienen que informar a este organismo sobre cualquier visita y reunión que pretenden tener con las autoridades federales y locales, así como con los ayuntamientos e entidades del sector de la educación y de la investigación.
Un funcionario estadounidense declaró a los periodistas bajo condición de anonimato que Washington adopta esta limitación como una “medida recíproca” en respuesta a una conducta similar que China ha tomado hacia los diplomáticos de Estados Unidos que se encuentra de misión en el gigante asiático.
“Tenemos que pedir permiso (previo a que se concrete algún encuentro) y a menudo se nos niega dicho permiso”, denunció el funcionario, citado por la agencia de noticias francesa AFP.
Al respecto, la embajada de China en Estados Unidos ha puesto hoy jueves en entredicho la decisión de Washington al insistir en que dichas restricciones a la libertad de movimiento del personal diplomático contradicen la Convención de 1961 sobre las relaciones diplomáticas.
“Hasta ahora, la parte china no ha aplicado condiciones similares a los diplomáticos y el personal consular norteamericano en China”, ha anotado la representación diplomática en su cuenta en Twitter.
En los últimos años, las relaciones entre China y Estados Unidos se han tensado en una variedad de temas, incluido la disputa comercial entre los dos países que llevó a Washington anunciar en agosto un arancel de 10 % a 300 000 millones de dólares a productos chinos o el apoyo que la Casa Blanca brinda al ejecutivo secesionista de Taiwán, así como su interferencia en los asuntos internos de Hong Kong.
Recientemente, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley en apoyo a los disturbios en Hong Kong que provocó la ira de Pekín, cuyas autoridades apuntan a que las manifestaciones en este enclave tienen vínculos con fuerzas extranjeras, como EE.UU., el Reino Unido, Alemania y Francia, entre otros.
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