La autoproclamada presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez (foto), presentó el miércoles un proyecto de ley ante el Congreso para convocar nuevas elecciones generales.
“Este es un gobierno de transición que primeramente va a convocar a elecciones generales y será la Asamblea Legislativa la que tenga el trabajo de llevar adelante la elección de los vocales del Tribunal Electoral”, anunció la dictadora en una rueda de prensa celebrada en el Palacio Quemado, sede presidencial.
El mencionado proyecto de ley contempla tres objetivos, a saber: primero, anular las elecciones del pasado 20 de octubre; segundo, convocar nuevos comicios; y tercero, la elección de nuevos vocales para el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Lo que deliberadamente omitió mencionar la dictadora boliviana es si se tratará de elecciones libres o si, como se espera, el gobierno dictatorial que encabeza proscribirá al candidato preferido de los bolivianos y a su partido.
El TSE de Bolivia había confirmado en octubre pasado la victoria del dimisionario presidente de Bolivia, Evo Morales, frente a su principal rival, Carlos Mesa, candidato por la alianza Comunidad Ciudadana (CC), en la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Bolivia.
Este es un gobierno de transición que primeramente va a convocar a elecciones generales y será la Asamblea Legislativa la que tenga el trabajo de llevar adelante la elección de los vocales del Tribunal Electoral”, anunció la autoproclamada presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez.
De acuerdo con el ministro de facto de Justicia, Álvaro Coimbra, una vez se constituya el TSE, será este organismo el encargado de presentar un “calendario electoral”.
Asimismo, Coimbra añadió que los nuevos miembros del TSE serán elegidos por la Asamblea Legislativa, que también se encargará de dictar los plazos para celebrar las elecciones.
La iniciativa del gobierno de facto boliviano indica que la elección de las nuevas autoridades electorales se llevará a cabo en un plazo máximo de 15 días después de que se apruebe el proyecto de ley en el Congreso.
El pasado 10 de noviembre, Morales renunció a su cargo para “preservar la paz en su país” tras una arremetida golpista de la oposición, que provocó una ola de protestas violentas contra las autoridades del Estado y personas afines al Movimiento al Socialismo (MAS) del ya expresidente.
Ahora, desde el exilio en México, Morales emplea las redes sociales para denunciar la represión del pueblo boliviano por parte de las actuales autoridades que rigen el país.
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