El enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Oriente Medio, Nikolay Mladenov, cifró el miércoles veintidós mil el número de casas ilegales que Israel ha adelantado o aprobado, obviando que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) adoptó una resolución contra la construcción de más asentamientos en los territorios ocupados palestinos.
Mladenov dijo al CSNU que el régimen de Tel Aviv emitió licitaciones por unas 8000 casas ilegales desde la aprobación de dicha resolución en diciembre de 2016, según la cual, los asentamientos israelíes “no tienen validez legal”.
Aseveró asimismo que las cifras “deben ser motivo de grave preocupación para todos aquellos que continúan apoyando el establecimiento de un Estado palestino independiente”.
En un informe al CSNU circulado el mismo miércoles, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, afirmó que los asentamientos “no tienen efecto jurídico (…) y continúan socavando las perspectivas para poner fin a la ocupación” israelí.
Pues enfatizó que la construcción de asentamientos ilegales debe “cesar de inmediato y por completo”.
Del mismo modo, Guterres lamentó la decisión del Gobierno estadounidense de no considerar que las colonias israelíes en los territorios palestinos sean “incompatibles con el derecho internacional”.
Esta medida de Washington fue condenada fuertemente tanto por Palestina como por el resto de la comunidad internacional. Conforme al secretario de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, con tal acción, Estados Unidos quiere imponer la “ley de la selva”.
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