Tras la recuperación de Mosul por el Ejército iraquí en 2017, un grupo de investigadores de la Universidad de Heidelberg empezó a investigar varios sitios y recorrer los túneles construidos por el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
Como resultado, el equipo ha logrado hallar un palacio asirio donde descubrieron inscripciones y esculturas, y el salón (de 55 metros de longitud) del trono de Asaradón, gran imperio asirio.
“Esa es la amarga verdad. Los terroristas causaron una gran destrucción pero gracias a ella pudimos llegar a ciertos descubrimientos”, dijo el arqueólogo Peter Miglus, de la Universidad de Heidelberg, suroeste de Alemania.
Los terroristas de Daesh, que ocuparon la ciudad en 2014, destruyeron el santuario del Profeta Yunus (Jonás) y luego cavaron un sistema de túneles debajo de los escombros.
“Probablemente buscaban restos arqueológicos del palacio para venderlos en el mercado negro”, explica el arqueólogo, admitiendo que la forma como llegó a esos descubrimientos no le satisface: “El precio fue demasiado alto”.
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