“Lamentablemente la pandemia está siendo usada políticamente. Toda la agrupación de partidos que están con (la presidenta ‘de facto’ de Bolivia, Jeanine) Áñez y su partido ‘Juntos’, usan a las Fuerzas Armadas para repartir bonos en las áreas rurales y hacer campaña”, ha dicho este martes el depuesto presidente boliviano, Evo Morales, en una entrevista concedida al medio ruso Radio Sputnik.
Morales ha cuestionado la preocupación expresada por Áñez por los bolivianos ante el brote del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, recordando el desempeño destructivo de la golpista a la hora de reforzar la infraestructura de Bolivia.
A este respecto, el exmandatario boliviano ha acusado a Áñez de cerrar siete hospitales en lugar de abrir nuevos. Además, ha destacado que el gobierno de facto no ha equipado los “20 nuevos hospitales de segundo y tercer nivel” que estaban por terminarse en su gestión.
A modo de ejemplo ha hecho referencia a la situación en Trinidad, capital del departamento de Beni, donde “el 60 por ciento de los trabajadores de la salud están contagiados y no están en los hospitales y que las familias están combatiendo al virus con medicina tradicional”.
En medio de la crisis sanitaria provocada por la COVID-19, que ha contagiado a más de 1600 personas y dejado más de 82 muertos en Bolivia, abundan las críticas por la mala gerencia del gobierno de facto de Áñez.
Médicos bolivianos amenazan con paros por falta de equipos
A la autoproclamada presidenta se la critica por autorizar la asignación de más de 5 millones de dólares para comprar agentes químicos a fin de reprimir las manifestaciones en su contra, en vez de invertir en el sector de la salud en plena pandemia.
Áñez, de igual modo, es censurada por seguir rechazando la ayuda solidaria médica que pueden brindar China y Cuba en la lucha contra el coronavirus y preferir ganar privilegios en las diferencias ideológicas frente a la salud de su pueblo.
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