En un tono ligeramente lisérgico, la dictadora, de claros nexos con el narcotráfico y la política exterior estadounidense, se encargó de mostrar el asesinato de un prisionero detenido como un verdadero logro de una supuesta república, a la que reivindicó, pese a comandar una banda sediciosa que se apoderó del gobierno de la mano de las fuerzas armadas.
Jeanine Añez participó este viernes en el acto de desagravio y homenaje a los beneméritos de Ñancahuazú, a 53 años de la muerte de Ernesto Che Guevara en territorio nacional.
Durante su alocución, la dictadora aseguró que ese episodio de la historia demostró que la ”dictadura comunista” no tiene cabida en el país.
“La muerte del Che enseñó que la dictadura comunista no tiene paso en Bolivia”, manifestó al referirse a la victoria sobre la guerrilla del Che, quien fue asesinado en Ñancahuazú el 9 de octubre de 1967, a manos de las Fuerzas Armadas de Bolivia y agentes de la CIA.
La Jefa de Estado rindió honor a los “47 soldados bolivianos, 47 miembros de nuestras Fuerzas Armadas, 47 ciudadanos nuestros que cayeron víctimas del terrorismo guerrillero que trajo el Che Guevara a Bolivia”, y manifestó que sus familias sufrieron luto y dolor por los “asesinatos cobardes” que provocó el grupo armado liderado por el guerrillero argentino-cubano.
El Gobierno organizó este viernes un acto de desagravio a los beneméritos que combatieron en Ñancahuazú (Santa Cruz), contra la guerrilla del Che, que halló la muerte en La Higuera el 9 de octubre de 1967.
El ministro de Defensa de la dictadura, Luis Fernando López, le dio un toque electoral al evento, tal como sucede últimamente con el Gobierno, que no desaprovecha oportunidad para hacer referencia a que se debe evitar una victoria del Movimiento Al Socialismo (MAS) en las elecciones del 18 de octubre.
Paradójicamente, quien ocupa la cartera de defensa de una dictadura patrocinada por la embajada estadounidense y el magnate del litio, Elon Musk, señaló que “fue el pueblo boliviano que despachó a un tirano (en referencia al ex presidente Morales), es el que no permitirá que vuelva y marcará la diferencia entre aquellos que quieren seguir rindiendo pleitesía a un extranjero como el terrorista Che, o a estos que son nuestros verdaderos héroes. Intentaron simbólicamente que la moral de nuestros héroes de Ñancahuazú esté por los suelos, no dejándolos desfilar, desdeñando su heroísmo, su valor en la batalla”.
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