“Los cuatro jefes médicos del Reino Unido y el director médico del Sistema Nacional de Salud [NHS, por sus siglas en inglés] han recomendado, por primera vez, elevar el nivel de alerta a 5, el máximo. Esto significa que, si no se toman las medidas oportunas, existe el riesgo a que nuestro servicio sanitario se vea colapsado en 21 días”, ha advertido Whitty en un artículo publicado este domingo por el rotativo británico The Sunday Times.
El galeno británico ha enfatizado que “ahora el Reino Unido se encuentra en el momento más grave” de su batalla contra el nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, pues, a su entender, la aparición de la nueva variante del virus ha agravado la situación, así que las restricciones impuestas para luchar contra la pandemia son “demasiado laxas” y no servirán para reducir los nuevos contagios si no se cumple la orden de “quedarse en casa”.
Whitty ha aseverado, de igual modo, que, en tres semanas, “los hospitales ya no tendrán sitio para redirigir los casos de urgencia y la ratio personal-pacientes será inaceptable incluso en cuidados intensivos”.
“El Reino Unido superó el sábado el umbral de las 80 000 muertes tras sumar 1035 decesos en la última jornada. [...] Los hospitales enfrentan la situación más peligrosa que nadie pueda recordar”, ha agregado.
La nueva cepa del virus fue identificada el pasado diciembre en el sureste del Reino Unido, convirtiéndose en la forma predominante del coronavirus. Asimismo, ha desencadenado una ola de preocupación que va de país en país, principalmente porque sería un 70 % más contagiosa que la original.
Además de en el Reino Unido, hasta la fecha se han registrado contagios de la nueva mutación en Dinamarca, Islandia, Italia, España y Francia, Países Bajos, Australia, Sudáfrica, Japón y EE.UU., entre otros países. Cabe destacar que, dada su elevada capacidad de transmisión, es muy probable que surja en otras naciones del mundo muy pronto.
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