(03/10/21 - Reino Unido)-.La falta de conductores, estaciones de servicio vacías, largas colas de vehículos y tensiones sociales han estado marcando los conflictivos últimos días en el Reino Unido. Pese a las promesas del Gobierno conservador de Boris Johnson, los envíos de combustible no muestran señales de mejorar y la población británica se muestra cada vez más insatisfecha.
Filas interminables en las estaciones de servicio, personas al borde de la violencia y el pánico y taxistas decidiendo a quién podrán llevar y a quién no. Todo inició desde septiembre cuando varios distribuidores cerraron algunas de sus estaciones debido a la falta de combustible. Hay quienes dicen que la situación no mejorará ni con la implicación del Ejército.
Muchos apuntan el dedo acusador al Gobierno del primer ministro, Boris Johnson. Repudiaron que, por un lado, informe al público de la escasez de combustible y pida calma, por otro.
El Gobierno británico insiste en que no hay una escasez de combustible y que los consumidores deberían poder llenar sus tanques como de costumbre, pero la realidad prueba lo contrario.
La salida del país de la Unión Europea empeoró la situación, pues perdió muchos trabajadores de la cadena de abastecimiento, tanto de combustibles como de productos de consumo, que procedían del continente. La idea del Gobierno de que los trabajadores británicos se apresurarán a llenar el vacío está fuera de lugar, pues, ellos no están tan interesados en trabajos mal pagados con horarios largos e irregulares.
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