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Una antigua sepultura en burgos da nuevas pistas sobre el inicio del cristianismo en españa

(03/10/21 - Arqueología)-.En el año 1981 se llevaron a cabo unas obras de acondicionamiento en la campa de San Bernabé para reparar el hundimiento de los accesos a la ermita de San Tirso y San Bernabé, excavada en el complejo kárstico de Ojo Guareña, en Merindad de Sotoscueva (Burgos), un lugar que fue un importante centro de peregrinación durante la Alta Edad Media. Esos trabajos sacaron a la luz una tumba hecha con una estructura de lajas de piedra en cuyo interior yacían los restos de un individuo adulto.

El pasado verano se llevaron a cabo un conjunto de intervenciones arqueológicas en una antigua sepultura localizada en la ermita de San Tirso y San Bernabé, en Ojo Guareña, Burgos, con el objetivo de establecer una cronología sobre los inicios del cristianismo en la región.

En la ermita de San Tirso y San Bernabé, excavada en el complejo kárstico de Ojo Guareña, en 1981 se localizó una tumba que contenía los restos de un individuo adulto.

Ahora, un nuevo proyecto arqueológico financiado por el Ayuntamiento de Merindad de Sotoscueva y la Diputación Provincial de Burgos, patrocinado por la Junta de Castilla y León a través de un convenio con la Fundación Atapuerca y con la participación del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), ha realizado este verano una excavación en el lugar que ha dado como resultado la anticipación en varios siglos de las evidencias conocidas hasta la fecha sobre los inicios del cristianismo en la región.

Confirmar dataciones

El objetivo de los trabajos que se han emprendido en el verano de 2021 era, de hecho, confirmar las dataciones obtenidas en 2020 por el proyecto de datación del Patrimonio Cultural del Complejo Kárstico de Ojo Guareña, que se inició en 2017. 

Las fechas que se obtuvieron muestran una cronología de época hispano-visigoda entre finales del siglo VII y principios del VIII. En cuanto a los restos humanos se han datado entre finales del siglo VIII y comienzos del IX. Según la arqueóloga Ana Isabel Ortega, del CENIEH, "en ambos casos se anticipan en varios siglos a las evidencias conocidas hasta ahora respecto al inicio del culto cristiano asociado a este lugar emblemático".

El objetivo de los trabajos que se han emprendido en el verano de 2021 era, de hecho, confirmar las dataciones obtenidas en 2020 por el proyecto de datación del Patrimonio Cultural del Complejo Kárstico de Ojo Guareña, que se inició en 2017.

Durante los trabajos, los arqueólogos han recuperado los restos humanos que reposaban en la tumba de Ojo Guareña. Los próximos pasos a seguir serán consolidar y restaurar los huesos en el laboratorio del CENIEH. Después serán sometidos a estudios morfométricos y paleopatológicos, además de realizarles análisis de isótopos estables de hidrógeno, carbono y estroncio en los que participarán investigadores de la Universidad de Cantabria. 

Los resultados de todos estos análisis, junto a la datación de los restos, permitirá conocer algo más sobre la vida de este individuo. Los investigadores creen que tal vez incluso pueda relacionarse con alguno de los primeros eremitas que poblaron la zona y que vivieron aquí aislados en un período de gran inestabilidad política y social.

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