El conservador Partido Liberal (PL), a formación política elegida por el mandatario ultraderechista para presentarse en las próximas elecciones presidenciales de 2022, ha reunido en los últimos años varias denuncias y condenas, entre ellas la de su presidente, Valdemar Costa Neto, por varios delitos de corrupción, según indica el diario Folha de Sao Paulo.
Conforme al rotativo brasileño, no existe ningún caso de corrupción mediática en Brasil en el que no esté implicado, supuesta o confirmada por la Justicia, alguno de los miembros del nuevo partido de Bolsonaro, que, hasta el momento, enfatiza, amontona diez siglas bajo las que ha medrado desde que entró en política a finales de los años ochenta.
A pesar de todas estas denuncias, el Partido Liberal, que desde hace un año ha pasado a formar parte activa de la política brasileña, ha enarbolado la bandera de la anticorrupción y prometido acabar con esas redes clientelares comunes, por no decir endémicas, en la política brasileña.
Cabe destacar que su presidente, Costa Neto, pasó 11 meses en prisión tras ser condenado por el Tribunal Supremo de Brasil a siete años y diez meses por corrupción y blanqueo de dinero de capitales en el escándalo del ‘mensalão’.
Además de Neto, también fueron acusados el que era por entonces el vicepresidente del PL, Carlos ‘Bispo’ Rodrigues, y el exministro de Transportes Anderson Adauto, y el extesorero del partido Jacinto Lodos, además de otros diputados y asesores.
Los problemas de Neto con la Justicia brasileña no terminan aquí, ya que aún sigue todavía imputado por el caso Lava Jato, una macrotrama de corrupción de la que no se ha podido escapar casi ningún partido del arco parlamentario brasileño.
Neto está siendo investigado por supuestas irregularidades, entre ellas el cobro de comisiones, en una serie de contratos de empresas privadas con el Ministerio de Transportes, cartera que dirigió durante los gobiernos anteriores del Partido de los Trabajadores (PT) y en el del expresidente Michel Temer (2016-2018), recuerda el diario Folha de Sao Paulo.
Aun con todo, concluye el diario, Neto sigue ejerciendo una gran influencia dentro del Congreso, así como su partido y disfruta de amplio espacio en las administraciones federales, gracias a sus 43 diputados y cuatro senadores, que forman parte de lo que en política brasileña se conoce como el ‘centrão’, fuerzas políticas que más allá de ideologías ofrecen su apoyo a las propuestas del Poder Ejecutivo a cambio de ventajas y privilegios en las zonas en las que gobiernan.
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