En medio de un descrédito inédito en la historia argentina, el Poder Judicial, integrado por dos miembros que ingresaron de manera irregular durante la gestión del régimen neoliberal conservador de Juntos (por el Cambio) antes Cambiemos, numerosas organizaciones sociales, políticas y sindicales, así como un enorme listado de profesionales, artistas y dirigentes de todo tipo convocan a manifestarse para exigir una modificación de la Suprema Corte de Justicia (que entre muchas otras irregularidades ha cajoneado las causas de pres@s polític@s, víctimas del Law fare llevado adelante por la administración de la alianza derechista como herramienta de disciplinamiento y persecución política de opositores.
Comunicado del Frente Grande
Desde el partido Frente Grande de Argentina acompañamos con expectativas y esperanzas la movilización convocada para el 1° de febrero en todo el país “por una Corte que haga Justicia”.
El reclamo de la ciudadanía al que adherimos las diversas organizaciones y fuerzas políticas de espíritu demócrata y republicano de la Argentina es genuino y sumamente necesario.
Todas y todos sabemos que esta suerte de “Mini Corte Suprema” juega un rol funcional a los sectores de poder concentrado del país, con el agravante de que dos de sus miembros, hoy su Presidente y Vicepresidente, aceptaron incluso ser designados por DNU. La grave situación de desprestigio que padece la Justicia argentina tiene su base en este máximo tribunal. Su ejemplo para todo el poder judicial y para toda la sociedad es vergonzoso. Una Corte que acumula expedientes para usarlos y resolverlos de acuerdo a intereses ilegítimos, en muchos casos como elementos de presión o persecución política, no es justicia.
Es hora que los verdaderos intereses que persiga la Justicia Argentina sean los de la población en su conjunto. Es tiempo que recuperemos la confianza en un Poder Independiente en un verdadero Estado de derecho.
El 1° de febrero marchamos por una Justicia que sea capaz de asumir los nuevos desafíos en nuestra sociedad, que haga respetar los derechos de toda la ciudadanía y no de minorías privilegiadas. Es urgente que contemos con una Justicia feminista, con perspectiva de género, con mujeres integrando de manera paritaria la Corte y con la mirada puesta en las y los más débiles de la Patria.
Sabemos que hay procedimientos institucionales que se deben respetar, pero la ciudadanía tiene plenos derechos para expresarse y movilizarse reclamando un cambio profundo en el Poder Judicial y en particular en la Corte. Está en manos de los “cortesanos” darle un giro digno a esta situación. O deciden seguir atornillados a los sillones de la desvergüenza o dan un paso al costado para hacerle lugar a un nuevo proceso transformador y democrático en nuestro país.
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