El presidente de Argelia condena las “masacres atroces” cometidas por el colonialismo francés y asevera que esta violencia nunca se borrará de la memoria de esta nación africana.
Tebune dejó claro que Argelia abordará los casos de este periodo colonial sin ningún regateo o negociación, cuestionando, de este modo, los comentarios de las autoridades del país europeo sobre las matanzas.
El 8 de mayo de 1945, las fuerzas de ocupación francesas cometieron una terrible operación represiva contra los manifestantes que exigían la independencia de su país en las zonas de Sétif (noreste), Guelma (este) y Jerrata (norte), con un saldo de 45 000 muertos, según estimaciones oficiales.
Argelia lleva años exigiendo a Francia que reconozca sus crímenes, se disculpe y compense el sufrimiento que causó, pero París le recomienda olvidar el pasado y mirar hacia el futuro.
El canciller argelino recuerda a Francia la posición de los países africanos y enfatiza que el continente se ha convertido en un cementerio del colonialismo galo.
Argelia vive una crisis diplomática con Francia desde el pasado mes de octubre que derivó en el retiro de su embajador de París (capital gala). La medida se produjo en respuesta a las declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron.
El mandatario galo dijo entonces que, tras su independencia en 1962, Argelia está gobernada por un “sistema político-militar” y que su “historia oficial” ha sido “totalmente reescrita” por los turcos basándose en “un discurso de odio hacia Francia”.
La Guerra de Independencia de Argelia (1954-1962) fue un período de lucha del Frente Nacional de Liberación de Argelia (FLN) apoyado por habitantes oriundos del país, en contra de la colonización francesa establecida en el país africano desde 1830.
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