Los indignados pedían el levantamiento de las sanciones antirrusas, con pancartas que decían “Sí al gas ruso”, “No a las sanciones” y “No armar a Ucrania”, mientras marchaban por las calles de la ciudad Bávara (en el sur de Alemania). Además, los manifestantes protestaron contra la mala gestión del Gobierno respecto a la pandemia de la COVID-19 y otros asuntos.
Uno de los participantes le dijo a la prensa que “estoy a favor de la paz y no de la guerra, no de las armas y, por supuesto, estoy a favor de la liberación de [fundador de Wikileaks, Julián] Assange y también de Ballweg”, refiriéndose a Michael Ballweg, quien fundó el movimiento Querdenker 711 en 2020 para organizar protestas en Stuttgart —en el suroeste de Alemania— contra las medidas de aislamiento forzosas. Ballweg fue detenido el 30 de junio y está bajo custodia.
Ciudadanos en varios países europeos han protestado contra las políticas de la Unión Europea (UE) y han pedido la disolución de este bloque de 27 países.
La inflación en Alemania está en su nivel más alto en más de 70 años, alcanzando el 10,4 % en octubre, según las cifras oficiales publicadas en noviembre. El alza de precios está afectando a los presupuestos de los hogares, así como a la industria en la economía más grande de la Eurozona.
En medio de la inflación histórica, principalmente debido a las sanciones con efectos adversos a Rusia, no cesa el bombeo de armas a Ucrania, tanto desde Alemania como otros miembros del bloque comunitario.
El pasado fin de semana el jefe de la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, advirtió que los arsenales militares del bloque se han agotado por el envío de armas a Ucrania.
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