El paro afectará tanto a los trenes de larga distancia como a los regionales y será el tercero de empleados ferroviarios desde fines de marzo.
Las huelgas anteriores, que se extendían sólo por 24 horas, paralizaron en marzo y abril el transporte ferroviario en Alemania y afectaron masivamente al operador nacional Deutsche Bahn (DB).
"En vista del escaso movimiento en las mesas de negociación, nos declaramos de nuevo en huelga", declaró Cosima Ingenschay, responsable de la negociación colectiva en el sindicato ferroviario EVG, informó la agencia de noticias dpa.
"La paciencia de los asalariados está realmente al límite", agregó.
El sindicato defiende los intereses de unos 230.000 empleados de unas 50 empresas del sector en el país, empezando por Deutsche Bahn.
En marzo se plegó a los paros el sindicato de servicios Verdi, que paralizó durante un día amplios sectores del transporte público, incluidos la mayoría de los aeropuertos.
EVG exige un aumento salarial del 12% para esos empleados, o un incremento de al menos 650 euros brutos (710 dólares) mensuales, informó la agencia de noticias AFP.
La inflación sigue en un nivel elevado en Alemania, en un 7,2% en abril, aunque por debajo del tope alcanzado en octubre, cuando llegó al 8,8%.
La última ronda de negociaciones, la tercera, se produjo a finales de abril.
Deutsche Bahn justificó la decisión de levantarse de la mesa por la negativa de EVG a negociar su nueva oferta, que preveía un aumento gradual del 10% para los grupos salariales inferiores y medios y del 8% para los superiores a partir de marzo del año que viene, además de un bono por única vez de 2.850 euros.
El paro se da en un contexto de fuerte movilización social en Alemania, donde las huelgas en demanda de sueldos más altos se multiplicaron desde inicios de año en los hospitales, las escuelas y los servicios de correos.
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