La resolución, que solamente ha recibido el voto negativo de EE.UU. e Israel, reitera el principio de la “igualdad de los Estados, la no intervención y la no injerencia en asuntos internos y la libertad de comercio y navegación internacional”, manifestando “su preocupación sobre la promulgación y la aplicación continuadas” de leyes, como la estadounidense Helms-Burton, que tiene efectos extraterritoriales para personas y empresas que hagan negocios con Cuba.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, ha asegurado en tribuna que el bloqueo es un acto de guerra económica aún en paz y recordado que más del 80 % del pueblo cubano solo ha vivido bajo las sanciones unilaterales de Estados Unidos.
Desde 1992, Cuba está exigiendo, con la presentación anual de una resolución en la Asamblea General de la ONU, poner fin al embargo impuesto unilateralmente por el entonces presidente norteamericano John F. Kennedy para asfixiar a los habitantes de la mayor de las Antillas.
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