El presidente de la Cámara de Diputados, Gary Bodeau anunció en Twitter que tras la reunión en el Palacio Nacional, junto a su par del Senado, Carl Murat Cantave y el mandatario Jovenel Moise, se definieron estos tres nombres.
Sin confirmar ninguna personalidad, Moise anunció también en las redes sociales su encuentro con los líderes del parlamento, y subrayó que la elección será conocida pronto.
Entre las figuras, la menos reconocida en la escena política es Marjorie Alexandre Brunache, cuya carrera se ha desarrollado entre la práctica de abogacía y la diplomacia, y se desempeña como cónsul de Haití en Boston.
La funcionaria es hija del ex presidente Boniface Alexandre, con quien dirigió la transición del país, entre 2004 y 2006, tras el golpe de Estado al ex mandatario Jean Bertrand Aristide.
Por su parte, Fortuné, actual presidente del Ayuntamiento en la ciudad de Les Cayes, es una de las figuras más cercanas al actual mandatario, y a quien a finales de 2018, el jefe de Estado solicitó encontrar una tregua política y promover el diálogo entre todos los actores.
Lapin, en cambio, es el actual jefe de Gobierno interino, tras la revocación del primer ministro Jean Henry Céant por los diputados, y ha desarrollado su carrera en el Ministerio de Cultura, donde comenzó hace 30 años como mensajero.
En declaraciones a la prensa, Bodeau señaló que la lista del mandatario era más amplia e incluía al secretario general del Consejo de Ministros, Renald Lubérice, a su jefe Gabinete, Nahomme Dorvil y el empresario Charles Jumelle.
'Hemos acordado con el jefe de Estado que el próximo primer ministro saldrá de estos tres nombres', dijo el diputado, y reiteró que tras la decisión final, le corresponderá a la asamblea ratificar o no al nuevo líder del ejecutivo.
Recientemente Bodeau sugirió que una mujer debería estar al frente del Gobierno, y la elección debía ser lo suficientemente respetable y valiente como para oponerse a la desestabilización de las instituciones del país.
También clamó por una administración calmante y de apaciguamiento, que esté a la altura de los desafíos del momento, y pidió se respetaran los plazos constitucionales, con respecto al periodo de liquidación de los asuntos de actualidad por el otrora primer ministro.
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