El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, volvió a abogar por el diálogo y pide adelantar las elecciones de la Asamblea Nacional (AN, de mayoría opositora).
En declaraciones frente al Palacio de Miraflores (sede presidencial), Maduro ha retado este lunes a la oposición a adelantar las elecciones legislativas para elegir a los miembros de la AN —de mayoría opositora y en desacato desde 2016— cuyo mandato expira en diciembre de 2020.
“Vamos a medirnos electoralmente, vamos a hacer elecciones, vamos a legitimar la única institución que no se ha legitimado en los últimos 5 años para ver quién tiene los votos, quién tiene el pueblo, para ver quién gana”, ha reiterado el mandatario, ante una multitud reunida para conmemorar el primer aniversario del triunfo de los chavistas en las elecciones del 20 de mayo de 2018.
Del mismo modo, ha expresado su disposición a encontrar una solución pacífica a la crisis que atraviesa su país, y ha ratificado su voluntad de dialogar con la oposición, en referencia a los diálogos exploratorios Gobierno-oposición en Noruega.
Vamos a medirnos electoralmente, vamos a hacer elecciones, vamos a legitimar la única institución que no se ha legitimado en los últimos 5 años para ver quién tiene los votos, quién tiene el pueblo, para ver quién gana”, anuncia el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sobre las elecciones anticipadas a la Asamblea Nacional (AN).
“Soy un hombre que cree en la palabra como vehículo para superar las diferencias (…) Sí a la paz, sí al diálogo, sí al desarrollo (…) Asumimos el reto, vamos para buscar una solución pacífica, democrática y electoral”, ha subrayado Maduro.
Después de que los diálogos entre el Gobierno venezolano y los partidos opositores naufragaran a inicios de 2018, las reuniones celebradas esta semana en Oslo son vistas como un nuevo esfuerzo de las partes por hallar un entendimiento.
Del mismo modo, ha defendido la legitimidad de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de Venezuela, creada por el oficialismo, como garante de la estabilidad del país, después de que la AN no pudiera cumplir algunas funciones por haber sido declarada en desacato.
Las tensiones han aumentado en Venezuela desde el pasado 30 de abril con el golpe de Estado fallido, respaldado por EE.UU., para sacar del poder a Maduro y poner en su lugar a Juan Guaidó, el autoproclamado “presidente interino” del país bolivariano.
Por su parte, el minúsculo sector golpista liderado por el autodenominado presidente, Juan Guaidó, se niega terminantemente a decidir el futuro del país en las urnas y prefiere la intervención militar norteamericana.
A medida que pasan los días, y pese a la gigantesca campaña de deformación de la realidad, queda cada vez más claro cuál es el sector democrático en la república Bolivariana y cual le teme a la expresión del pueblo en las urnas, más allá del río de tinta alrededor del planeta con el que los sicarios mediáticos asesinan la verdad.
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