Los servicios de inteligencia de Israel y EAU formaron un ‘grupo terrorista’ para llevar a cabo ataques de sabotaje en el mar de Omán y el océano Índico.
El jueves, los buques cisterna Front Altair y Kokuka Courageous, con pabellón de las Islas Marshall y Panamá, respectivamente, se incendiaron por causas aún desconocidas en el mar de Omán.
Transcurridas unas horas del doble siniestro, el secretario estadounidense de Estado, Mike Pompeo, y el secretario interino de Defensa de EE.UU., Patrick Shanahan, acusaron a Irán, sin aportar prueba alguna, de estar detrás de los presuntos ataques. A su vez, el Gobierno de Japón cuestionó las pruebas ofrecidas por el país norteamericano.
Al-Najm al-Thaqeb citó a Talab Abu Arar, exmiembro del parlamento israelí, quien dijo que el régimen de Tel Aviv jugó un papel destacado en los ataques del 12 de mayo contra cuatro buques comerciales en el puerto emiratí de Al-Fuyaira, y continuó con sus esfuerzos por crear más tensiones en la región.
Tras la reticencia expresada por EE.UU. a llevar a cabo una posible operación militar contra Irán y los ataques contra dos buques cisterna en el mar de Omán, la Inteligencia muestra que los israelíes y algunos países árabes ribereños del Golfo Pérsico están detrás del sabotaje y tratan de lanzar una nueva guerra mundial”, informa la agencia yemení de noticias Al-Najm al-Thaqeb.
Recientemente, conforme al reporte, funcionarios de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) e Israel celebraron varias reuniones y en las mismas las partes acordaron formar un nuevo grupo armado, con una ideología fundamentalista, para perpetrar ataques de sabotaje en el océano Índico y el mar de Omán.
Además, la agencia yemení ha añadido que los exmiembros de la rama yemení del grupo terrorista Al-Qaeda conforman el núcleo del referido grupo armado.
“El comando del grupo está en el desierto de Hadramaut (en el sur de Yemen) y opera bajo la supervisión del servicio de inteligencia de Israel (el Mossad)”, reza el informe.
El grupo armado se formó hace ocho meses y sus miembros fueron entrenados en las bases militares israelíes en Eritrea y en las instalaciones militares de algunos países árabes, y su número de combatientes es de aproximadamente 175, ha agregado.
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