Bajo un inclemente sol y la amenaza de represión, cientos de hondureños asistieron una vez más a la convocatoria de protestas contra Orlando Hernández.
Los manifestantes intentaban llegar hasta Casa de Gobierno, algo que tiene prohibido el actual mandatario para la población y fueron acorralados y luego reprimidos por la Policía.
Los manifestantes se defendían con piedras, uno de ellos huyó al interior de una colonia para evitar ser detenido. El propio joven grabó el momento de su detención y denunció haber sido agredido por los uniformados.
En el segundo día de movilizaciones, con mayor indignación de los hondureños, luego de ver por medio de las redes sociales como la Policía lanzaba al interior de un bus que trasportaba universitarios, gases lacrimógenos.
En la zona norte del país, la brutalidad de la Policía fue mayor. Al momento de lanzar bombas lacrimógenas contra estudiantes que se transportaban en un bus, asfixiándolos.
Juan Orlando Hernández se niega a salir del poder, a pesar de las múltiples pruebas y testimonios de su implicación en el tráfico de drogas y el saqueo a las arcas del Estado por parte de su familia y funcionarios.
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