Este domingo por la noche la operación del Ejército afgano en la provincia sureña de Helmand que tenía como objetivo terminar con los elementos del Talibán, cobró la vida de 40 personas que estaban en una ceremonia de boda. Los testigos creen que los muertos son muchos más.
El Ministerio de Defensa de Afganistán dice que en la cercanía del lugar de la boda estaba el escondite del Talibán, donde entrenaba a sus fuerzas.
Sin embargo, este no fue el primer ataque del Ejército que deja tantos civiles muertos, hace unos días ocurrió algo similar en Nangarhar (oeste) donde 30 personas murieron en ataques con drones. Tales ofensivas se han intensificado después del colapso de las negociaciones de paz entre EE.UU. y Talibán.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en los primeros seis meses de este año, más de 1300 civiles han muerto y unos 2500 han resultado heridos. Los datos revelan que la mayor cantidad de víctimas de las operaciones militares realizadas o lideradas por Estados Unidos han sido los civiles.
Tras esto el presidente Ashraf Ghani, que busca una reelección el 28 de septiembre, prometió tomar medidas para reducir las bajas mortales civiles. Este lunes hizo un llamado en el Twitter para que se tomen mayor precaución en las operaciones militares y ordenó una investigación sobre las recientes muertes civiles.
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