El Banco Central emitió en la noche de este lunes la disposición A 6782 por la que prohíbe a las empresas retirar dólares para el pago de deudas en moneda extranjera así como los servicios que éstas devenguen.
La medida es un manotazo de ahogado del Banco Central al ver claramente que las reservas disponibles en dólares de libre disponibilidad para continuar planchando la moneda norteamericana no son suficientes en el corto plazo y ante la confirmación de que los 5.400 millones de dólares del FMI no llegarán al país hasta después de las elecciones.
La medida, que constituye una ampliación del cepo cambiario y que ni siquiera alcanzó estos límites durante el último mandato de Cristina Fernández de Kirchner, pone a las empresas, muchas de ellas de capital nacional, al borde del default.
Éstas, al no poder obtener los dólares a través del sistema bancario formal, deberían recurrir al método de "contado con liqui" cuyo cambio en la jornada del lunes estaba en los 73 pesos por billete verde, casi 15 pesos más que la cotización oficial y 13 por arriba del dólar blue.
De alguna manera es una ampliación de la prohibición a empresas y bancos de girar remesas a sus casas matrices sin previa autorización de la autoridad monetaria.
Finalmente, la medida que tanto criticaron durante la campaña presidencial de 2015 y que derogaron 5 días después de asumir la presidencia, es la herramienta a la que ahora acuden al no contar con el dinero en divisas suficiente para mantener la 'calma' del mercado cambiario.
Empezaron a gobernar sin 'cepo' y se van dejando un 'cepo' peor al que se sacaron de encima ni bien asumieron en aras del sacrificio al dios mercado al que tanto alaban y que hoy se les vuelve absolutamente en contra.
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