Pobreza Cero; no devaluación, eliminación del impuesto a las ganancias fueron solo algunas, muy pocas, de las promesas de campaña no cumplidas por el gobierno derechista de Cambiemos que, incluso llegó a burlarse de quienes creyeron en las mismas ("pobreza cero es imposible" dijo alguna vez Marcos Peña Braun, el descendiente de los fusiladores de la Patagonia Trágica).
Lo cierto es que la eliminación del 'cepo cambiario' se había mantenido como un guiño a la clase media que asocia la libertad de especular con moneda extranjera con la libertad a secas, al menos hasta las PASO, aunque ciertamente los trabajadores ya no podíamos comprar libremente hasta cinco millones de dólares.
Sin embargo, como dice la vieja canción de Vox Dei "todo tiene un final..." y el gobierno no solo volvió a instalar el cepo estigmatizado como una medida de gobierno totalitario, sino que además escrachó a todos los argentinos que compraron diez mil o más dólares en el mercado.
En el colectivo, esos vehículos grandes en los que nunca viajó el presidente, los vendedores ambulantes solían pregonar para reforzar la venta "y como si esto fuera poco..." y el PRO-Cambiemos no solo va a fondo con la persecución pública de quienes compran dólares, sino que además busca crear una herramienta que le permita encarcelar a quienes lo intenten burlar el cepo.
Pinedo blanqueó la persecuta judicial
"El Gobierno y el Banco Central han fijado reglas y si hay gente que le busca vueltas para incumplirlas, por supuesto que el BCRA va a actuar. Existen las figuras penales cambiarias", enfatizó el presidente previsional del Senado en conferencia de prensa.
Mientras tanto desde la tribuna se aguarda los categóricos comentarios de los 'periodistas independientes' sobre los excesos autoritarios del gobierno (de su gobierno en realidad), aunque curiosamente, al igual que con los gravísimos casos de corrupción, parecen no notarlo en Cambiemos.
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