Muy lejos ya de la 'pobreza cero' y otras fantasías alucinógenas de campaña, MAuricio Macri destinó uno de sus últimos días de mandato a destrozar la única promesa de campaña que había cumplido, no realizar cadenas nacionales.
Durante casi cuarenta minutos, el saliente presidente hizo su rendición de cuentas que se movió desde la falta de respeto por lo burdo de las mentiras hacia la desopilante humorada (por los mismos motivos).
Entre otras cuestiones defendió la enorme deuda contraída para garantizar la evasión y la especulación financiera y la llamó "bases para crecer", pero olvidó mencionar pobreza cero, el principal objetivo en el inicio del gobierno que abandona con un índice superior a cuarenta.
En su primera y única cadena nacional, el saliente presidente Mauricio Macri trazó un balance de gestión, en el que repasó “aciertos” y temas pendientes de su gestión.
Con un video grabado que se extendió durante más de treinta minutos, Macri hizo abordó diferentes ejes de gobierno: calidad democrática, desarrollo humano, economía, relación con el mundo, seguridad y narcotráfico.
“Es un momento de balance y reflexión. Hoy nuestro país es muy diferente de aquel de 2015. Todos hemos crecido”, consideró, en primer término, y admitió que “en estos cuatro años hubo muchas dificultades que no pudimos resolver y también muchos balances que son un antes y un después”.
Entre los pasajes más resonantes de su discurso, dijo que “es la primera vez en cien años que un gobierno no peronista termina su mandato”.
“Hoy somos más respetuosos con los que piensan diferente. Cuando me equivoqué, busqué corregir mis errores lo más rápido posible. Hoy las provincias están todas saneadas, hay muchas avances que los argentinos hemos conquistado y que son un antes y un después para la república”, matizó el saliente jefe de Estado.
Al ponderar los logros de su administración, aseguró que “hemos valorado nuestras instituciones, nuestra democracia es más fuerte, nuestra justicia es más independiente, nuestra prensa es más libre, nos integramos al mundo, estamos más seguros frente al delito y la política es más decente”.
En materia económica, Macri se aferró al relato que ensayó en la campaña. “Estamos mejor parados para crecer. Los resultados de nuestras reformas económicas no llegaron. Lamento que nos hayamos podido recuperar de la crisis”, indicó, aunque olvidó hablar de su promesa de pobreza cero.
“Se ha hablado mucho del crecimiento de la deuda”, puntualizó, pero contrastó: “Tiene una causa, tuvimos que pedir plata prestada. Dos de cada tres pesos fueron para pagar vencimientos de deuda. El peso restante fue para pagar el déficit”.
A su entender, la deuda pública “no es un nivel preocupante para un país como el nuestro”, y defendió en endeudamiento contraído con el FMI. “El 95 % del préstamo del Fondo lo usamos para pagar deudas anteriores”, insitió.
“Fueron cuatro años de aprendizajes y logros concretos”, resumió, en el tramo final de su mensaje, y se refirió a su futuro rol opositor. “Voy a demostrar que se puede ser oposición de manera distinta .Jamás haría algo para entorpecer al gobierno entrante”, concluyó.
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