“Entre los muertos habían dos mujeres de una familia, dos niños, uno recién nacido, el padre de los niños y un aldeano”, ha dicho este domingo un residente (identificado como Shah Muhamad) de la provincia de Khost, en el este de Afganistán.
Los funcionarios afganos han afirmado que el coche fue atacado el sábado cuando la familia traía a casa a una mujer que había dado a luz a un niño en un hospital local.
El comando militar de EE.UU. en Afganistán ha confirmado un ataque en Khost, alegando que tres combatientes del grupo armado Talibán murieron en el asalto.
“El vehículo fue completamente destruido”, ha dicho Glumir Jan, un líder tribal local.
En septiembre, los ataques aéreos de Washington asesinaron a al menos 40 afganos que estaban en una ceremonia de boda en la provincia sureña de Helmand.
A medida que la campaña aérea estadounidense se intensificó en Afganistán, aumenta el número de muertos civiles. Las bajas alcanzaron un récord en Afganistán en el tercer trimestre de 2019 con 1174 muertos y 3139 heridos, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Asimismo, otro informe de la ONU reveló que los ataques de Estados Unidos en Afganistán son más mortíferos para los civiles que los atentados de Talibán.
El ataque se registró después de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, durante una visita no anunciada a Afganistán la semana pasada, indicara que había reiniciado las “negociaciones de paz” con los talibanes.
Desde julio de 2018, los representantes de los talibanes y las autoridades estadounidenses han mantenido nueve rondas de negociaciones, según afirma Washington, para hablar de la paz en el país asiático, transcurridos más de 18 años de la desastrosa invasión de EE.UU. a Afganistán.
Bajo el pretexto de la “lucha contra el terrorismo” se realizó la invasión de Afganistán en 2001 por parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), encabezada por EE.UU. Paradójicamente, tras 18 años de una guerra, la inseguridad sigue reinando en gran parte del territorio afgano y ha ayudado a la expansión de grupos extremistas, como EIIL (Daesh, en árabe).
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