El CTS añadió en un comunicado emitido el lunes que nueve túneles y un centro de entrenamiento, usados por las células durmientes de Daesh fueron destruidos durante la operación militar de unas 24 horas que incluyó misiones helitransportadas para bajar a las fuerzas de CTS en la zona montañosa.
Las operaciones militares contra los terroristas siguen también en la provincia oriental de Diyala. La operación contra los remanentes de Daesh, no obstante, cobró la vida de dos combatientes de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) e hirió a otros dos, según confirmó la misma jornada del lunes una fuente de seguridad iraquí al medio local Al-Qhad Press.
Las fuerzas populares iraquíes culpan a Estados Unidos del resurgimiento de Daesh en Irak, casi tres años tras su erradicación en 2017. Al respecto, Ali Al-Huseini, un alto comandante de Al-Hashad Al-Shabi, hizo notar que “Daesh está presente, donde esté EE.UU.”
“Los terroristas de Daesh se encuentran en las zonas, donde se han desplegado las fuerzas estadounidenses”, indicó Al-Huseini a la agencia libanesa de noticias Al-Ahd, antes de mencionar que las células durmientes de Daesh reciben “clandestinamente apoyos financieros y armamentísticos” de ciertos países como EE.UU.
Helicópteros norteamericanos prestan ayuda nocturna a Daesh en Irak.
Ante tal coyuntura, las fuerzas iraquíes decidieron lanzar en enero, la primera operación contra Daesh sin el apoyo de la llamada coalición anti-EIIL, liderada por EE.UU.
Con el ataque a los residuos de la banda ultraviolenta, Irak ha probado que puede manejar solo la situación y luchar contra el terrorismo sin la intervención extranjera.
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