Corea del Norte ha reportado este domingo su primer caso sospechoso del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, luego de que el pasado 19 de julio de 2020 un desertor, potencialmente infectado con el letal patógeno, regresara de manera ilegal a la ciudad de Kaesong tras haber huido a Corea del Sur en 2017, ha informado la agencia de noticias estatal norcoreana KCNA.
El medio norcoreano reporta, a su vez, que Kim ha convocado una reunión de emergencia del Buró Político del Partido del Trabajo a fin de concretar, aún más, los protocolos preventivos para evitar la propagación del virus entre la población del país asiático.
El líder norcoreano dio órdenes de adoptar medidas preventivas para evitar cualquier propagación del coronavirus en todo el país y, tras conocerse el caso, el 24 de julio, toda la ciudad de Kaesong fue puesta en cuarentena, con el aislamiento de cada barrio en el marco del estado de emergencia declarado para el área, detalla el informe de la agencia estatal.
De acuerdo con la KCNA, el Gobierno norcoreano ha decretado “urgencia máxima” en el país tras el posible brote en Kaesong, intensificando la respuesta gubernamental que sigue a las medidas profilácticas que estaban en vigor hasta el momento.
El desertor que regresó a Kaesong desde Corea del Sur fue puesto en cuarentena después de que sus muestras de las fosas nasales y la garganta, así como la prueba de sangre hicieran dudar a los médicos, apunta el informe. Además, todas las personas residentes en la urbe y con las que había contactado el sospechoso, y aquellos que han visitado Kaesong en los últimos cinco días, también fueron aisladas mientras las autoridades sanitarias analizan sus casos, recoge el medio.
De confirmarse, sería el primer caso reconocido oficialmente por las autoridades norcoreanas, quienes hasta ahora habían venido diciendo que en la nación no se constataba casos confirmados del nuevo coronavirus.
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