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Madre hay una sola

(17/10/22 - Opinión, Por Martín García)-.María Elida de los Santos de García (foto), mi vieja, a los 99 años quería tener un muro en Facebook,  me dijo -“Mis amigas están todas del otro lado, no tengo con quien hablar -Mira, (le digo) la única solución que se me ocurre es Facebook. Se lo armamos. Después me preguntaba: -Me pide amistad ¿Quien es? ¿La conocés?

La misión reservada a ambos géneros es de suma complejidad y riqueza de aspectos.

Aparentemente, por lo que viene siendo, la tarea del hombre tiene que ver con una misión relacionada con la transformación de la naturaleza, la creación de condiciones de supervivencia de toda la comunidad humana, (aunque algunos pareciera que están en la supervivencia de algunos pocos), y hacia alguna dirección que todavía no se precisa bien, pero podría ser hacia el espacio exterior.

La especial y finísima misión reservada a la mujer pareciera ser garantizar la supervivencia de la especie en el capitulo de proveer y poner en funcionamiento -llave en mano-, a los seres humanos, hijos, que reemplacen al hombre y a la mujer, (a si mismas), en la larga tarea asignada a la humanidad.

Esa misión incluye el ser madre.

-Madre hay una sola y justo me tuvo que tocar a mi, dice Woody Allen.

-Madre hay una sola, porque nadie podría sobrevivir a dos, dice Gasalla.

Hay madres y madres.

Las hay amantísimas, de catalogo, de libro de Freud, insoportables, idishe mames, la mamma de los ravioles del domingo de Bonavena,

Madres coraje, como Elsa Oesterheld, que ya se unió en el Comando Celestial con sus hijas, como Beatriz, Diana, Marina y Estela, compañeras de Jotape, desaparecidas junto a Héctor, el grande, su esposo, que en este día le podrán decir ¡Feliz Día mama! rodeados de compañeros y compañeras como Evita o Néstor.

Madres como Cristina, una madre satelital, poniéndose al hombro la familia y todas las familias; los hijos y todos los hijos, como lo hizo con la asignación universal, como hace ahora con la campaña para salvar a todos los hijos de las madres, de la miseria y la esclavitud…

Madres de Plaza de Mayo, como Dorita Falco, o Nelva Falcone, (inolvidable); como Azucena Villaflor, lider, como Hebe de Bonafini; como Nora Cortiñas; como Taty Almeyda, como…Chicha Mariani, perseverantes, valientes, eternas…

Madres de patriotas como Juana Sosa, la mama de Juan Domingo Perón, como Rosa Guarú, la mamá de Jose de San Martín, o Estela de Carlotto, mamá de Laura Carlotto…

Madres del dolor, como la madre de tantos chicos asesinados por el gatillo fácil, como las madres de Kosteki y Santillán, de los chicos de Flores, de los motoqueros del 19 y 20 de diciembre del 2001; de Luciano Arruga, de Mariano Ferreyra, como las Madres del Paco…dispuestas a dar batalla contra todo, para salvar a sus hijos del sometimiento y la esclavitud…

Como la madre de Santiago Maldonado, porque su ausencia nos pregunta: ¿Como murió Santiago Maldonado?

Y se lo preguntan todas las madres, sabiendo lo que sería su angustia, estando en su lugar.

Madres del Paco, luchando denodadamente para rescatar a sus hijos de la esclavitud de los traficantes y represores que por ahí se lo matan.

Madres patrioticas que con un sable en una mano y sus hijos abrazados en la otra libraban batallas contra los godos para bien de la Patria y la Revolución, sin inmutarse, con decisión y valentía como Juana Azurduy, como María Remedios del Valle, Matrias.

Madres sufridas, maquilladas, deslumbrantes, valientes como la mama de Rodrigo, el inolvidable bailantero de la alegría.

Madrazas, que cuidan a sus hijos, a los hijos de su hermana que trabaja de domestica, y a los de su sobrina que llegaron a trabajar en un prostíbulo, para paliar el hambre y la miseria generada por los ladrones de guante blanco, poniendo algo de amor a pesar de todo…. a tan dramática situación,

Mamacitas de 25 años, parejas del papa de la nena, la nena que tiene 33.

Mamarrachos, que se disfrazan de hijas y compiten por la juventud que se desliza como arena entre sus dedos.

Grandes madres sin hijos que son capaces de amar y cuidar tan intensa y profundamente a los hijos de la vida, como Evita, por ejemplo, tan madraza.

Como Milagros Sala, ahi, nuevamente, torturada en Alto Comedero. Otra vez más, desde la impunidad de la perversión de los mandamases.

Madres que han partido a unirse con sus madres.

Madres que no lo saben aun.

Madres que chapotean con sus hijos recién nacidos.

Madres que lo serán, seguramente.

Madres exigentes, que no hay cosa que les resulte suficiente.

Madres de leche se decía antes que amamantaban al barrio entero por diversas razones.

La madre del referí, que se come cada disgusto, nene…

Madres que lo comprenderán todo, siempre, inclaudicables, inmutables.

Madres militantes que avanzan, pecho levantado y vista al frente, a desafiar la represión y la injusticia para asegurarle un mundo mejor a sus hijos.

Madres atormentadas, malvadas, trágicas, manipuladoras de García Lorca .

Madrecitas de traste paradito llevando a sus nenes al jardín de infantes, a la primaria, exultantes de sexualidad y confianza.

Madres de mate con azúcar, factura y culazo cuadrado, batón, radio, teleteatro, carpetita de centro de mesa.

Brujas, asociación ilícita de madres.

Madres piqueteras que marchan con sus hijos al ristre …

Madres que, gracias a las madres de Plaza de Mayo, aprendieron el oficio de construir su casa y lo hicieron, casco en el pelo, overol y mucha atención cuando el arquitecto las capacitaba…

Madres santas que sacrifican sus vidas por sus hijos, de una u otra manera.

Mamas, lisa y llanamente. mamas, comunes, vivarachas, malhumoradas, cansadas, simpáticas, sexys, buenas minas.

Madres terminator, cuyo deporte preferido es destruir ladrillo a ladrillo el monumento al padre.

Madres que bajan la cabeza, antes de poner en peligro la seguridad de sus hijos y se bancan muchas humillaciones para que no les falte nada.

Madres desaparecidas guardadas celosamente durante meses para que tengan a sus hijos y al tenerlos, saqueadas, dados sus hijos a nosequién, y ellas muertas y desaparecidas arrojadas vivas y dormidas desde un avión al agua, para siempre.

Madres desaparecidas como Rocío, la mamá de Barbara y Camilo, fundadora de la Unión de Docentes de Morón.

Mártires, madres de holocaustos.

Madres que saben que algo malo pasa y sin embargo no se atreven a enfrentarlo.

Madres cartoneras que iban decididas a recoger cartón con sus hijos en el carrito, con la frente en alto.

Madres adictas que terminan siendo criadas por sus hijos que la ayudan a sobrevivir porque la necesitan para que sea su madre.

Madres que esperan una palabra, un gesto, por años.

Madres que hacen, prácticamente, todo bien, tipo Indiana Jones.

Madres que lo fueron, que casi lo fueron, que no llegaron a termino y que la naturaleza no les dio revancha y sin embargo están ahí, madrazas, listas, sin esperanza, ya, tan mujeres, tan femeninas, tan madres, tan llenas de amor.

Madres ausentes, sociables, distantes, que no dan besos a la noche, al despedirse hasta el día siguiente.

Madres de 17 años, orgullosas con su bebe en brazos, su novio desocupado, tierno y dulce, su padre borracho, violento, su mama con capacidades diferentes, internada, y ella, feliz, valiente, con su bebe, bubu bubu, niña, madre…seguramente muy buena madre.

Madres monárquícas, atentas, que lo organizan todo, y tienen la certeza que todo saldrá bien si se le pone atención personalizada, orden, dignidad, y una manito a tiempo que dirija los destinos de la familia en el rumbo adecuado.

Madres de militantes, de la Resistencia, como Esther El Kadri, mama de Cacho El Kadre, fundador del peronismo de Base, Comandante de las Fuerzas Armadas peronistas, que guardaban en su casa a los compañeros de sus hijos, resguardándolos de las dictaduras, les hacían un café con leche y le untaban el pan con manteca

Madres de lencería, uahuuuu mamita mía.

Madres que siguen construyendo pareja, después de tanto, después de todo, porque el amor es más fuerte…y tienen el ojo puesto en las hijas, en los nietos, atentas…

Madres binacionales, que guardan en sus pancita «machos» de Pancho Villa y de Perón, y los guardan y cultivan como un tesoro que es.

Porque Nuestramérica florece cada vez , en cada nueva primavera.

Madres bebes, desprovistas ya de toda protección, indefensas, hijas de sus hijos, madres bebes a cuidar con amor, paciencia y ternura verdadera.

Madres de ositos, pajaritos, florcitas, puffcitos, pomponcitos,..

Ser madres es una tarea de 24 horas, durante las cuales se puede ser también escritora, gerente, obrera, arquitecta, medica de guardia, almacenera, kiosquera, taxista, enfermera, mama, siempre mama, 24 horas,

Yo la veo, parando un colectivo, con el bebe colgando, la nena, que es un poco mas grande y camina con el vestidito, enganchada con un dedo de la manito, el bolso colgando y el changuito con las cosas, mientras sube y busca la SUBE.

-¿Profesión? -Ama de casa. -Ah, ¿no trabaja?

Valiente, moderna, eterna.

Pechándole a  la vida.

¡Siempre lista!

¡A la orden mi general!.

¡Mamas…!!

Mamá

Te extraño…

Gracias mamá

Por Martín García, NAk&POP 

PD: Mamá falleció a los 100 años y siete meses. Quería irse el día del cumpleaños de su padre, Don Carlos de los Santos, y se fué ése día, nomás, pero esa relación merece otra historia. Chau! viejita querida. MG/

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