Las movilizaciones contra el alza en la edad de jubilación se mantienen en las principales ciudades galas. En Paris, la capital, han sido detenidas otras seis personas este domingo, en medio del masivo descontento popular por la aprobación del texto, sin pasar por el Parlamento.
Según medios locales, las convocatorias siguen por redes sociales, en un intento por obligar a dar marcha atrás al decreto ley de aprobación, mediante un inciso constitucional. Las principales arterias parisinas se mantienen militarizadas.
Esta misma jornada, las autoridades han reiterado las prohibiciones a las protestas, la medida aplica hasta el lunes, pues cientos tenían previsto manifestarse en la Plaza de la Concordia [segunda más grande del país] y en los Campos Elíseos, por lo que ahora planean concentrarse en la Plaza de Italia, en el sur de París.
Tras la maniobra de Macron, diputados de fuerzas opositoras presentaron dos mociones de censura, y, aunque el Gobierno no posee mayoría absoluta en la Asamblea Nacional (Cámara Baja), pero es la principal fuerza política, la aprobación de la moción de censura requeriría la unión de todo el frente de la oposición.
La atención se centra en la votación del partido de derecha Los Republicanos. En Niza, al sureste, decenas han protestado frente a la oficina del diputado Eric Ciotti, líder republicano, para que apoye la moción, sin embargo, Ciotti, ya había anunciado que no votará a favor, por lo que se espera que sus filas lo sigan.
La Administración de Macron ha vuelto a defender la aprobación de la modificación en la edad para recibir las pensiones, asegura que es necesaria para evitar ahondar en el déficit en las próximas décadas, en las que Francia enfrenta envejecimiento poblacional, pero los opositores rechazan esa teoría y aseguran que la reforma supone una carga injusta para los trabajadores con bajos sueldos y las personas con empleos que suponen desgaste físico.
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