"Estoy aquí para hacer sonar la alarma sobre la necesidad de un apoyo internacional masivo", dijo Guterres a periodistas en la ciudad capital de Mogadiscio, al referirse a los problemas humanitarios y de seguridad a los que se enfrenta Somalia.
Al igual que Kenia y Etiopía, sus vecinos, Somalia sufre desde hace 40 años una grave sequía que ha diezmado los cultivos y el ganado, y ha obligado a por lo menos a 1,7 millones de personas a abandonar sus hogares en busca de agua y comida.
En este contexto, el secretario general de la ONU llamó a reunir 2.600 millones de dólares en ayuda humanitaria, informó la agencia de noticias AFP.
"Pido a los donantes y a la comunidad internacional intensificar su apoyo para financiar de urgencia el plan de respuesta humanitaria 2023 que actualmente sólo está financiado en un 15%", exhortó.
La mitad de la población del país necesitará ayuda humanitaria este año, con 8,3 millones de personas afectadas por la sequía, estima Naciones Unidas.
Sobre la seguridad, Guterres dijo que habló con el presidente Hassan Sheikh Mohamud sobre los "esfuerzos del Gobierno para luchar contra el terrorismo y hacer progresar la paz y la seguridad".
Somalia, uno de los países más pobres del planeta, enfrenta desde hace más de 15 años una insurrección de Al Shabaab, un grupo islamista radical afiliado a Al Qaeda.
Mohamud, quien regresó al poder en mayo de 2022, prometió el año pasado "una guerra total" contra Al Shabaab y envió tropas en septiembre para apoyar una insurrección lanzada contra el grupo islamista por milicias de clanes del centro del país.
Guterres, que llegó hoy para una rápida "visita de solidaridad", se reunió diferentes figuras políticas y visitó un campo de desplazados.
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