En este sentido desde la UCR pidieron no nacionalizar la victoria en Mendoza y el propio gobernador electo dijo que este triunfo es provincial, mientras que Mario Negri pidió no confundirse porque esto no garantiza ninguna victoria nacional.
El radicalismo busca salir lo más indemne posible de su concubinato con la derecha conservadora del país que le ha reportado a la Nación la friolera de trescientos mil millones de dólares de deuda externa.
Tras el reconocimiento del triunfo del radicalismo en Mendoza y del agradecimiento a los electores de esa provincia por parte de la senadora Anabel Fernández Sagasti, desde la UCR salieron a advertir que se trató de una elección provincial.
Uno de ellos fue el propio gobernador electo Rodolfo Suárez quien había manifestado que no era el candidato de Juntos por el Cambio.
También el diputado nacional de la UCR y presidente del interbloque de Cambiemos, Mario Negri, sostuvo “no hay que confundirse. Esto no garantiza ningún resultado nacional”, expresó al mantener distancia con Nación.
En la única provincia donde aún subsiste con alguna representación el Partido Conservador, el actual gobernador, Cornejo, finalmente logró conseguir que su delfín gane la elección permitiéndole a la UCR conservar el poder a nivel local.
Como un signo de los tiempos en que las ratas abandonan a toda prisa el barco, la victoria del radicalismo mendocino se alcanzó mediante el alejamiento de la figura del presidente Mauricio Macri.
Por su parte, la candidata del Frente de Todos, Anabel Fernández Sagasti que obtuvo más del 37 por ciento de los votos, aseguró que seguirá trabajando para reforzar su imagen a nivel nacional y reintentar en cuatro años pelearle otra vez la gobernación al radicalismo.
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