Aunque parezca un relato lisérgico, se trata de la realidad, una realidad que mostró al presidente de la nación dirigiéndose al país en condición de tal, flanqueado por su candidato a vicepresidente, el que anticipó, al comenzar la conferencia de prensa que "el presidente está controlado".
Pese a los quince puntos de ventaja en la Nación y los más de diecisiete en la provincia de BUenos Aires, el mandatario aseguró que buscarán revertir el resultado electoral y culpó de la crisis generada por la contención artificial del dólar en el período preelectoral y la crisis generada por la inacción gubernamental sobre los mercados al Frente de Todos.
"Más de siete millones y medio de argentinos que nos acompañaron con su voto, ratificaron este camino del cambio que se inició hace más de tres años y medio y todavía tenemos mucho por recorrer", dijo Macri.
"Toda elección es un mensaje y nosotros los escuchamos" dijo Macri, para aclarar que ese mensaje expresó la "bronca acumulada en todo el proceso duro económico" que recorre el país, pero no se hizo cargo de la crisis y se la adjudicó al kirchnerismo.
Cuatro años después de asumir la presidencia Macri aún señaló que "La herencia que recibimos" es la responsable de la situación y agregó "estamos para seguir trabajando, convencidos de que tenemos muchas más cosas para mostrar, proponer, debatir, hacer y la elección en octubre va a ser una buena oportunidad para mostrar que el cambio continúa".
MAcri también atacó a las encuestadoras que, en muchos casos contratadas por el gobierno trataron de instalar en la sociedad la existencia de una paridad que era notoria en las barriadas más castigadas por la política económica de un gobierno que les pedía comer asfalto.
Luego Macri manifestó que "las cosas no van a mejorar, tenemos que hacernos cargo y lo vamos a hacer", pero nuevamente demostró que NO al echarle la culpa al Gobierno anterior: "el problema mayor es que la alternativa kirchnerista no tiene credibilidad en el mundo" dijo y remarcó que "hay un problema grave entre el kirchnerismo y el mundo".
Luego de aclarar su fluida relación con el señor mundo que, no obstante lo obligó a devaluar más de un quinientos por ciento la moneda, volvió a la carga contra el kirchnerismo (en una lectura cuando menos parcial de la composición del Frente de Todos) al que responsabilizó del caos económico y social de su gobierno.
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